El pleno del pasado lunes había estado marcado por las protestas y la crispación de un sector de los vecinos que se acercaron a las inmediaciones de la Casa Consistorial. Y dos días después, eso se tradujo en un despliegue policial importante.

Más de una decena de efectivos de la Policía Local custodiaban las dos puertas del Concello para evitar la entrada de personas con intención de protestar. A ellos se le unían media decena de agentes de la Guardia Civil, un cuerpo que no estuvo presente en el pleno del lunes.

Pese a ello, el número de personas en contra del pacto que decidieron acudir a las puertas del Concello fue mucho menor. Poco más de una decena de vecinos se acercaron para dejar patente su enfado por la situación política de Sanxenxo. Entre ellos, varios de los círculos de Podemos, que denunciaron que no se les dejó acceder al interior del Salón de Plenos "por ideología política", ya que llegaron con antelación a muchos de los que finalmente sí vivieron la investidura de Martín.

Entre el ambiente imperó un clima mucho más tranquilo, una vez ya todos entendían que no había marcha atrás en el rumbo político del municipio. Por tanto, las protestas adquirieron un tono mucho más irónico. Entre ellas, destacaron los gritos de "vivan los novios" y "que se besen" en alusión al pacto entre Telmo Martín y Gonzalo Pita, que fueron recibidos en la calle a la salida de la Casa Consistorial con el típico lanzamiento de arroz crudo de las bodas.

Mientras, otro sector de los vecinos aplaudió y elogió al nuevo equipo de gobierno, al que animó a comenzar a trabajar.