En el año 2015, el gobierno local anunció la reforma integral del barrio de San Antoniño con sus tres travesías paralelas, Lepanto, Javier Puig y José Millán. Lo hacía después de que concluyesen las reformas en las calles Gonzalo Gallas, Álvarez Limeses y Víctor Cervera Mercadillo, que venían a sumarse a los planes de reforma urbana en esta parte de la ciudad.

Posteriormente, en los últimos meses se mejorarían también los tramos de Benito Corbal y Loureiro Crespo más próximos a este barrio, pero en todo este entramado urbano quedó si tocar la calle Lepanto. Tampoco hay previsión de obras en esta calle y esto es lo que ha indignado a los vecinos que "nos sentimos olvidados, marginados, pero pagamos los mismos impuestos que las calles que han sido mejoradas", recordaron en la asamblea celebrada ayer. "Si aquí no van a hacer nada, al menos que a los vecinos y comerciantes de esta calle nos bajen los impuestos municipales porque no tenemos los mismos servicios que los demás", apuntaba un residente durante la asamblea.