"Muchas veces los niños no saben decir lo que piensan o prefieren no hacerlo para no tener problemas con los adultos", explica el psicopedagogo italiano Francesco Tonucci sobre los personajes de sus dibujos, personajes que abogan por una nueva relación entre los adultos y la niñez, un intercambio sin ambigüedades, sin eufemismos ni metáforas que confundan a los pequeños.

"Muchas veces", añade el investigador y dibujante, "los temas que trato son hechos reales u observaciones mías, pensamientos o deducciones". Todo ello aparece en "Imaxinar a educación. 50 anos con Frato", que abrirá sus puertas el próximo viernes en el Pazo da Cultura.

Se presentarán reproducciones de los dibujos más representativos de la labor de Frato, además de materiales de trabajo del psicopedagogo. La muestra se completará con espacios para talleres de juegos o relacionados con la bicicleta, la naturaleza o la autonomía.

Tonucci, que se siente "un diseñador, un dibujante que investiga", reconoce haber llegado casi por casualidad a la pedagogía, mientras que los dibujos forman parte de su primeros recuerdos. Se decidió a crear sus personajes a petición de otro pedagogo, que le pidió unos diseños para realizar un test.

Su álter ego, Frato, surgió porque "tenía vergüenza de hacer dibujitos", de modo que se creó un disfraz que hace escasas semanas compartió con el Honoris Causa por la Universidad de Oviedo.

Sobre sus dibujos ha reflexionado a posteriori: "todos mis personajes son iguales, los diferencia el pelo: no tienen nombres, me gustaba que cada uno reconociese en ellos a sus hijos, sus alumnos o a si mismo de niño".

Se felicita especialmente por haber entrado "en un mundo difícil que es la educación, estos mundos fuertes, como la educación o el ejército, soportan mal la sátira y la ironía".

Francesco Tonucci presentó la exposición en un acto en el que también participó la presidenta de la Diputación. Ésta expresó su convencimiento de que la exposición "va a ser un revulsivo" con la que se busca "una enorme participación y dar a conocer una filosofía pedagógica". Uno de los pilares de este ideario es que una ciudad concebida para los niños es en realidad una ciudad para adultos, mayores, mascotas... Para todos.

Es la primera reflexión que Tonucci plasmó ayer en boca de uno de sus personajes, que durante estos días da la bienvenida al Pazo Provincial: Unha cidade adecuada ás nenas e ós nenos é unha cidade adecuada a todos.