El Sergas reconoció ayer que el servicio de Radiología del Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, cuenta actualmente con dos facultativas de baja por enfermedad, una radióloga con plaza en propiedad y su sustituta, asignadas al área de TAC.

"Pese a los esfuerzos realizados para encontrar posibles sustitutos a esta segunda baja, no fue posible encontrar especialistas que pudieran realizar dicho trabajo", aseguraron fuentes de la gerencia del área sanitaria. De este modo, respondían a las críticas realizadas por el sindicato médico CESM, que el pasado lunes denunció que el área sanitaria arrastra 350 TAC pendientes de informe.

"Ante esta situación, y de acuerdo con la jefa de servicio, se procedió a una reorganización del mismo para que los informes de pruebas con mayor prioridad no tengan demora", explicaron dichas fuentes, en referencia concreta a las realizadas con carácter urgente, preferente y a todas aquellas que deban estar informadas a fecha fija.

Asimismo, añadieron que no se contempló parar en ningún momento la máquina de radiología, "ya que eso supondría retrasos en la realización de pruebas que no estarían justificados".

Estas explicaciones siguen sin convencer al sindicato médico, que, por su parte, apunta que "si no consiguen a nadie es porque ofrecen contratos mes a mes y los radiólogos prefieren irse a otros centros hospitalarios" en busca de una mayor estabilidad. "Antes se cubría esa plaza de Montecelo con un contrato de seis meses".

Según los médicos, aunque los TAC se están realizando, no se llevan a cabo sus informes correspondientes, por lo que los propios facultativos han puesto reclamaciones debido a la situación en la que se encuentran sus consultas. Entre las principales consecuencias, dicen, figura el aplazamiento de citas con los especialistas, ya que cuando el paciente vuelve a conocer el resultado de la prueba, este todavía no está en manos del médico, "por lo que hay que volver a citar al enfermo". Esta cadena, produce, tal y como denuncia CESM una aumento en las listas de espera, que, pese a todo, no es visible, ya que en estas solo figuran las primeras citas y no las sucesivas. Cada día se realizan en el área sanitaria unos 40 TAC, a los que habría que sumar los de Urgencias y los programados con pacientes ingresados.

La preocupación de los médicos también se refiere a otro tipo de pruebas en el servicio, como las resonancias. "En este caso, oficialmente no hay lista de espera porque no te apuntan en ningún lado. Simplemente el paciente queda pendiente de que le llamen. Es todo muy oscuro, un misterio", se lamenta Pedro Soler, de CESM, que aclara que el tiempo de espera para realizar una resonancia puede ser de meses. "Cuando hay mucha demora viene un camión de la Empresa Pública de Servicios Sanitarios, Galaria, que tiene dos resonancias móviles que van por los hospitales que no tienen resonancia. Viene al Provincial y se realizan en el parking de la zona de consultas externas", explica. "Es una forma de reforzar recursos humanos y materiales", considera.

En su opinión, "hay mil fórmulas para solucionar el problema". "Pero no lo han arreglado en los ocho años de la anterior gerencia", concluye, en referencia a la dirección de José Manuel González Álvarez, destituido hace unas semanas.