| La muerte en el peor de los casos, pero también el encarcelamiento injusto, la tortura, las violaciones, tatuajes, rapas... La represión franquista adoptó distintas formas para atacar el movimiento agrario, obrero y en general a las familias de izquierdas, como recordaron ayer los participantes en el homenaje que celebró Salcedo a las mujeres que fueron atacadas tras el golpe de Estado. Con Mourente y Lérez Salcedo era en 1936 una de las parroquias más activas en la defensa de los trabajadores, de ahí que los golpistas atacasen especialmente a muchos de sus vecinos. El homenaje incluyó una visita a la casa quemada en la que los represores mataron a Manuel Gómez Corbacho y Manuel Méndez Montes. También se celebró un "roteiro da memoria" por los lugares de A Ruibal y A Torre, tomaron la palabra el historiador Xosé Álvarez Castro y la periodista Montse Fajardo y se descubrió un papel de homenaje colectivo a las víctimas. A continuación se celebró una ofrenda de música, velas y flores en el cementerio parroquial en memoria de los presos del cuartel de Figueirido y sus familias.