El gobierno local ha emplazado a la empresa concesionaria de la recogida de basura en Pontevedra, Cespa, a reanudar las negociaciones sobre el convenio colectivo con la plantilla y trate de evitar así la huelga convocada desde el próximo día de Navidad. El Concello ve con preocupación este conflicto porque "los pontevedreses no se merecen esta huelga en plenas fiestas", según el concejal Raimundo González Carballo, que también se sorprende de que el único punto de fricción sea el de la antigüedad. "Con unas diferencias tan pequeñas, deberían de llegar a un acuerdo, de ahí que instemos a la empresa a retomar el diálogo", señala el edil.

La plantilla anunció el pasado viernes la convocatoria de una huelga indefinida en el servicio a partir del próximo día de Navidad a las 22.30 horas tras romperse las negociaciones para la firma de un nuevo convenio, un diálogo que estaba abierto desde marzo pero que la plantilla da por roto ante la insistencia de la empresa en no contabilizar en el pago de la antigüedad el tiempo en el que los trabajadores estuvieron trabajando con contratos temporales para la empresa antes de convertirse en fijos. Es un punto en el que ninguna de las partes cede.

Las relaciones entre el gobierno local y Cespa son tensas desde hace unos meses, a raíz de unas investigaciones judiciales sobre supuestos "enchufes" en la empresa, ya archivadas, y que causaron una multa municipal a la concesionaria. Este malestar se deja ver en las declaraciones de González Carballo: "Si realmente Cespa no quiere negociar, estaríamos ante un capricho, ante una actitud de agresión de la empresa hacia el ayuntamiento".

Como telón de fondo del conflicto laboral también está el final de la concesión del servicio de limpieza y recogida de basuras, algo que los trabajadores creen que influye en esta situación.