Dos años de prisión y multa de 170 euros es la pena que aceptó ayer un hombre, V. R. O., tras reconocer que ideó un plan para engañar a varios concesionarios y hacerse con un total de cinco vehículos que nunca devolvió ni llegó a pagar. Al menos uno de ellos acabó siendo rematriculado en Francia.

Según consta en el escrito de acusación y reconoció el propio procesado, el plan consistía en solicitar financiación para estos vehículos utilizando para ellos nóminas de una mujer que habían sido falseadas. Una vez que obtenía los coches nunca se pagaban las cuotas de los préstamos y los vehículos desaparecían sin que pudieran ser recuperados. En total, utilizó este método en cinco concesionarios, dos de ellos en la ciudad de Pontevedra, uno en Vilaboa y dos en la ciudad de Vigo.

El reconocimiento de los hechos por parte del acusado permitió a la Fiscalía rebajar a la mitad la pena de prisión que solicitaba inicialmente por estafa y falsedad en documento privado y que era de cuatro años de prisión. Además, el acusado deberá indemnizar a las financieras de estos concesionarios por el valor de los créditos obtenidos para comprar estos coches y que, los cinco en total suman 126.000 euros.

Suspensión de la pena

La Fiscalía de Pontevedra no se opuso a la suspensión de la condena de prisión a esta persona, al tratarse de un delincuente primario sin antecedentes. No obstante, supeditó este apoyo al firme compromiso del acusado de indemnizar a los afectados por este fraude. La defensa del procesado ya anunció que en breve trasladará a la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra un plan de pago para hacer frente a esta elevada cantidad en materia de responsabilidad civil. Además, deberá asumir las costas del juicio, incluidas las de la acusación particular.

Las magistradas de la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra decidirán en ejecución de sentencia sobre la posible suspensión que solicitó la defensa del acusado.