El gerente del Complejo Hospitalario de Pontevedra, José Manuel González Álvarez, supervisó ayer las obras de remodelación que se están efectuando en el área de Psiquiatría del Hospital Provincial para recuperar este espacio después del incendio provocado por una paciente el pasado 11 de septiembre. González estuvo acompañado por responsables de la dirección del centro hospitalario y por los profesionales de la unidad psiquiátrica, así como del jefe de servicio de Psiquiatría del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra, el doctor Isauro Gómez Tato.

Los directivos del CHOP comprobaron que la finalización de las obras es inminente y, a la espera de que se les suministre diversos aspectos del mobiliario y equipamiento, confían en que las actuaciones estén finalizadas antes de que termine este mismo mes de noviembre para después proceder a la reapertura del ala.

En su visita, los profesionales pudieron comprobar los avances realizados en la zona que el pasado mes de septiembre se vio afectada por un incendio que provocó graves daños materiales en la misma. El fuego deterioró la práctica totalidad del mobiliario y destruyó la instalación eléctrica y de iluminación, climatización, carpintería metálica y de madera, sistema contra incendios, techo, suelos, y otros elementos en los tres focos del incendio.

A día de hoy, ya está completamente renovado el sistema de climatización y la instalación eléctrica. Por otra parte, está previsto que los operarios finalicen los trabajos de carpintería y pintura a lo largo de la próxima semana, y que procedan también a la instalación de los cuartos de baño.

Desde el CHOP informan que reforma íntegra del área psiquiátrica avanza con la mayor celeridad posible y a buen ritmo. Con los trabajos a punto de rematar, se permanece pendiente de la recepción del mobiliario correspondiente. De estos suministros dependerá en buena medida la reapertura de un ala que permanece ya cerrada desde hace casi dos meses lo que obligó a derivar a pacientes a otros complejos hospitalarios o a reubicarlos en otras áreas de los hospitales pontevedreses, siempre eligiendo la mejor opción para los propios pacientes y el resto de usuarios por decisión médica.