Entró en un galpón de Marín a robar y se encontró con un botín poco habitual, medio kilo de cocaína. Este joven ladrón, José Francisco P. C., reconoció ayer en la Audiencia de Pontevedra el robo pero también que inicialmente se llevó la cocaína con la intención de venderla aunque finalmente, a los pocos días, se arrepintió de ello y acudió a la Policía Nacional a los que les indicó donde guardaba la droga y se la entregó a los agentes.

Esta confesión y su arrepentimiento por estos hechos es lo que le ha valido una importante reducción de la pena de cuatro años y medio de cárcel que solicitaba inicialmente el fiscal en el juicio que se celebró ayer en la Audiencia Provincial y en el que este hombre aceptó una pena de tres años de prisión por los delitos de robo y contra la salud pública. Además, deberá abonar una multa de 24.000 euros en materia de responsabilidad, una cantidad que el acusado ya expresó en el juicio su dificultad para poder asumirla.

El fiscal tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de confesión así como la de drogadicción, dado que en el momento de los hechos era consumidor habitual de drogas.

Según el escrito de acusación del fiscal, el joven ya fue condenado entre los años 2014 y 2015 hasta en cuatro ocasiones por delitos de robo con fuerza y contra el patrimonio. Se le impusieron penas que suman tres años y siete meses de prisión. Aunque inicialmente solicitaba que se le aplicase la circunstancia agravante de multirreincidencia, tras el acuerdo alcanzado con el fiscal y el reconocimiento de los hechos, se pasó de considerar esta agravante como muy cualificada a tan solo cualificada, lo que implica una rebaja en la pena.

El acusado, que actualmente se encuentra en prisión, cometió los hechos ahora enjuiciados en el 3 de julio de 2015 cuando entró en un galpón utilizado como garaje en Marín, al que accedió aprovechando un descuido de su usuaria a la que había cogido las llaves, se encontró con un paquete de casi medio kilo de cocaína, del que se apropió para venderla a terceras personas.

Valor de la droga

Dos días más tarde fue él mismo el que acudió a la Comisaría de la Policía Nacional relatando los hechos anteriores y acompañando a los agentes al lugar en el que guardaba la droga, entregándoles la misma. La sustancia estupefaciente habría alcanzado en el mercado ilícito un valor de unos 48.700 euros, según la Fiscalía.