Once empresas constructoras y especializadas en obras marinas han presentado sus ofertas ante Portos de Galicia para ejecutar un rompeolas en la bocana del puerto de Portonovo y que tiene el objetivo básico de proteger los pantalanes del Club Náutico de la localidad. Este proyecto, que está en licitación desde finales de junio, ha sido objeto de controversia entre el propio club, el Concello y Portos por las previsiones de este entidad en el municipio. El gobierno local reprochó a Portos que ejecutara este dique de abrigo en lugar de la regeneración de la playa de A Carabuxeira, y el propio Náutico de Portonovo recordó que el proyecto nació ya en 2005 y beneficiará no solo a la flota recreativa sino también a la pesquera que amarra en esos pantalanes.

Esta misma semana se reunió la mes de contratación para analizar las ofertas y tratar de adjudicar los trabajos. Según la documentación técnica, el oleaje causa daños en esas instalaciones náutico-deportivas. El presupuesto de la obra supera los 580.000 euros y el plazo de ejecución es de seis meses. El rompeolas diseñado será un muro flotante de hormigón de 80 metros de longitud y emplazado justo delante de los puntos de atraque del Náutico. Se instalarán "cuatro módulos tipo caja de cinco metros de ancho y veinte de longitud cada uno" y que están cimentadas "mediante líneas de fondeo formadas por cadenas de 50 metros de longitud".

El alcalde de Sanxenxo, Gonzalo Pita, mantuvo en enero pasado una reunión con el presidente de Portos de Galicia, José Juan Durán, para reclamar una reordenación del espacio portuario en Portonovo, que consideraba prioritaria sobre este dique de abrigo, por lo que en su día se solicitó su paralización. El gobierno local defendía la necesidad de modificar la distribución actual de la zona portuaria.

Esa opción fue desoída y Portos de Galicia siguió adelante con el rompeolas y defiende su utilidad para "atenuar el oleaje en una determinada área" y por ser una "alternativa a las obras de protección fijas, al tener la posibilidad de ser movilizadas con relativa facilidad y remolcadas a flote. Estas características de movilidad y flotabilidad hacen que estas estructuras presenten una serie de ventajas como la facilidad de transporte, la posibilidad de prefabricación en tierra, la modularidad y facilidad de instalación, la fácil movilización para montaje y desmontaje, requerimientos de cimentación mínimas, y permite un mayor intercambio de aguas entre la expuesta y abrigada".

Los estudios para la instalación de este dique comenzaron ya hace varios años, toda vez que se carecía de información suficiente sobre las dinámicas marítimas dentro del puerto. Tras los análisis oportunos se concluyó que los "problemas de agitación quedaron refrendados por las numerosas roturas sufridas en las instalaciones náutico-deportivas, generadas tanto por el oleaje local como por el de fondo".

Según los propios datos del concurso, el puerto ocupa unos 800 metros cuadrados en tierra y una lámina de agua de 11.000, de los que 526 metros corresponden a plazas de uso público.