Las obras de reforma y seguridad vial en la N-541 (la carretera de Ourense) a su paso por Mourente y Bora, junto a otros tramos en el resto de las provincia, comenzarán en octubre, cinco meses después de su adjudicación. Estos son los planes de la empresa adjudicataria de los trabajos, Hocensa, que a finales de mayo se hizo con un contrato de más de dos millones de euros al resultar elegida por Fomento para ejecutar el último de los proyectos del convenio de obras entre el ministerio y el Concello firmado en 2009 para realizar diversos proyectos viarios en el municipio.

Fuentes oficiales de la propia compañía, con sede en Guadalajara, calificaron ayer de "inminente" el inicio de esos trabajos, si bien admiten que no sería en septiembre (quizás para evitar la época electora actual en Galicia) y se apunta a octubre, sin una fecha concreta todavía. En todo caso, estas mismas fuentes dejan claro que la falta de gobierno central, con un ejecutivo en funciones desde diciembre de 2015, se sitúe como la causa de que los trabajos no han comenzado todavía. "En esta obra no", apuntan desde la sede castellano-manchega, dando a entender que sí podría haber retrasos en otras actuaciones a causa de la incertidumbre política actual.

Seis meses en la A-57

No es extraño que entre la adjudicación y el inicio de los trabajos en proyectos de Fomento transcurran varios meses. El último ejemplo en la ciudad lo ofrece el tramo de la A-57 entre Vilaboa y Marcón. Se eligió la oferta de la constructora San José en junio y hasta octubre no se llevó a cabo el acto de "primera piedra", una distancia temporal similar a la de la N-541, con el añadido de que el inicio real de las obras en la circunvalación de Pontevedra no fue hasta enero.

En el caso de la N-541, además, existe una variante técnica de última hora debido a la petición del Concello de Cotobade de que se excluyan del proyecto las reformas previstas en su municipio, al no estar de acuerdo con ellas. El alcalde, Jorge Cubela, asegura que sus gestiones con Fomento "van por buen camino".

Si se cumplen las previsiones de Hocensa de comenzar la reforma de la N-541 en octubre, a finales de 2017 estará ejecutada la urbanización del tramo pontevedrés de la carretera de Ourense y, con ella, todo el convenio con Fomento de 2009, que incluyó, además de la N-541, la urbanización de la N-550 en Salcedo, la apertura de la actual avenida Josefina Arruti y la reforma del nudo de O Pino. Se trata de una obra a lo largo de 4,2 kilómetros de Mourente y Bora. Hocensa presentó, entre más de 40 aspirantes, una oferta de 2.026.591 euros, un 28% por debajo de la cifra inicial de salida. Esta actuación tiene el objetivo de mejorar la seguridad vial en una zona densamente poblada y que registra entre 9.000 y 10.000 vehículos diarios. Entre los aspectos más destacados figura el cambio del trazado del vial a su paso por Bora, ya en el límite con Mourente. Se trata de un tramo de 600 metros, entre los puntos kilométricos 87,7 y 88,3, donde se ejecutará una nueva carretera para suavizar el radio de la curva y que obliga a reformar los enlaces con viales secundarios. Esta actuación es la de mayor envergadura de todo el proyecto, que incluye también kilómetro y medio de nuevas aceras y una glorieta en el cruce con las carreteras de Xeve y Carballedo.

El ministerio insiste en la necesidad de reducir la siniestralidad de tráfico en una carretera de "trazado sinuoso y con intersecciones conflictivas" donde la tipología de los accidentes pone de manifiesto que se trata en general de "colisiones frontales o frontolaterales, así como las salidas de vía por la derecha en el tramo pontevedrés".

Otra de las actuaciones más llamativas se realizará en el entorno de la estación de ITV de Bora, donde se "dispondrá una glorieta que dará acceso a las poblaciones de Xeve y Couto" (así como a Carballedo, en Cotobade). También se habilitará "un cambio de sentido" para "simplificar la intersección del acceso a la ITV". El proyecto hace referencia a la instalación de iluminación en todo el tramo y la reposición de "aquellos báculos que se encuentren en mal estado" y a la "adecuación de las paradas de autobús existentes en este tramo". En marzo pasado ya se emprendió el proceso expropiatorio.