La resaca de la Festa do Mar deja en Combarro el eco de las quejas vecinales ante algunos de los excesos que vinieron emparejados con el festival musical Armadiña Rock que tuvo lugar en la plaza da Chousa, en pleno conjunto histórico artístico, durante el viernes y sábado pasados.

En cuanto a calidad del cartel y la afluencia a los conciertos nocturno y a las sesiones vermú celebradas en el recinto histórico, el evento musical se puede catalogar como un éxito que cada año atrae a más y más aficionados a la música rock, muchos de los cuales repitieron experiencia este verano debido al buen hacer de ediciones anteriores. Precisamente, este éxito de asistentes hace replantearse la ubicación del evento, ya que no parece que esta zona, declarada conjunto histórico, sea el lugar más idóneo ante el aluvión de quejas por los excesos y actos de incivismo cometidos en sus estrechas calles, hórreos y puertas de las viviendas.

En total el ayuntamiento contabiliza que se pasaron por Combarro en los cinco días que duró la Festa do Mar unas 35.000 personas, muchas de las cuales estuvieron presentes en esta concentración musical que atrajo a un gran número de público joven hasta la villa turística para disfrutar de la mano de artistas de la talla de Siniestro Total o Sés. Ante tal aglomeración de gente fueron frecuentes los casos de incivismo por parte de algunas personas de las que acudieron a Combarro, motivo que ha causado gran indignación vecinal.

Vecinos y residentes en la zona manifestaron su malestar debido a que parte de este público que asistió al festival rockero orinó y ensució la vía pública sin importarle lo más mínimo la convivencia vecinal, generando malos olores por la acumulación de orines, vómitos y basura en el recinto histórico que visitan a diario miles de turistas.

Todas estas incidencias que causan malestar entre el colectivo vecinal han ocurrido a pesar del esfuerzo que realiza cada año la Asociación Armadiña como promotora de este evento para minimizar las posibles molestias. Fruto de su compromiso por hacer la convivencia lo más llevadera posible, la asociación presenta cada año su "decálogo de buenas maneras" con el que promueven el buen comportamiento y el consumo de alcohol responsable por parte de los que acuden al festival. Además, han querido mantener siempre su compromiso medioambiental mediante la puesta en funcionamiento del denominado "ecovaso", un recipiente conmemorativo del festival que los consumidores pueden adquirir a un precio reducido para ingerir sus consumiciones en él y así evitar generar un volumen de basura excesivo e innecesario. Por otra parte, ya en ediciones pasadas se llevó también a cabo un convenio con la entidad de Ecovidrio para fomentar el reciclaje de vidrio en la villa.

Entre una de las iniciativas aplaudidas este año estuvo la instalación de un camión de sanitarios donde los visitantes podían acudir a hacer sus necesidades con mayor privacidad e higiene que en los clásicos sanitarios de obra que se suele utilizar para este tipo de eventos. Este servicio contaba con gestión de personal que establecía turnos para evitar problemas en las colas y procedía a limpiar el cubículo cada vez que los usuarios terminaban de usarlo. Si bien muchos de los presentes en el festival reconocieron que esta instalación cerraron sus puertas horas antes de que finalizasen los conciertos, más allá de las cuatro de la madrugada.

Ante la gran aglomeración de jóvenes presente en una cita musical que va en clara línea ascendente y la imposibilidad de tenerlos controlados a todos ellos, muchos vecinos se preguntan si la ubicación en la céntrica plaza da Chousa, en el recinto histórico, es la más idónea para llevar a cabo una celebración de estas características. Lugares cercanos al recinto histórico como la explanada de A Seca se ofrecen como alternativas más espaciosas para evitar las molestias por el ruido de la música hasta altas horas de la madrugada y minimizar las consecuencias extramusicales que genera un evento de estas características en un núcleo artístico tan reducido y sometido ya de por sí a una sobreavalancha de turistas durante los meses de verano.

El presidente de la Asociación AVCR Combarro, Valentín Silva, declaró a FARO que "hubo y hay muchas quejas por el volumen del sonido y por el mal comportamiento de algunos, que no todos, de los que asistieron a todo lo que fue la Semana do Mar". En cuanto a la ubicación de la cita rockera, Silva opina que "se debería buscar otros sitio diferente a la plaza da Chousa. Mi opinión es que no es un lugar adecuado para eso y pienso que es también la postura de la mayoría de los vecinos"., declaró.