La era digital ha supuesto todo un reto para las pequeñas salas de cine locales, como es la de Seixo, repartidas por la geografía gallega. De hecho en la última década Galicia ha perdido un total de 26 establecimientos.

Un ejemplo de la pérdida de salas fue el de la ciudad de Pontevedra que con el cierre de los cines Vialia permaneció cerrado más de dos años dejando a la localidad sin cines. Esto repercutió positivamente en la sala de Seixo ya que quedó como el único cine de la comarca.

Esta situación no es habitual si no que son los cines más pequeños los que dejan paso a los grandes. Las multisalas situadas en las grandes superficies son las que pueden hacer frente a los altos precios tanto del material necesario para la proyección como al de las propias películas. La crisis, el incremento de la piratería o nuevas plataformas online se suman a la competencia de las grandes salas como las principales causas de que la situación de estos pequeños cines sea tan complicada.

Hace ya varias décadas el centro de Marín contaba con los cines Quiroga y Avenida.