El número de divorcios ante notario en Pontevedra es seis veces superior a las bodas. Durante el primer año de aplicación de la Ley de Jurisdicción Voluntaria 96 parejas de la provincia han acudido a estos fedatarios para formalizar su ruptura matrimonial, según el balance del Consejo General del Notariado.
Tras los vecinos de A Coruña, con 132 divorcios, los pontevedreses son los gallegos que más optan por acudir a las notarías para oficializar sus separaciones legales, seguidos de los ourensanos (con 39 rupturas) y los lucenses (con 23).
Muy al contrario, el número de bodas ante notario es mucho menor y solo 16 parejas de Pontevedra optaron el pasado año por esta alternativa, una cifra que asciende a 42 bodas en el caso de la provincia de A Coruña, 10 en Lugo y 2 en Ourense.
Esos 96 divorcios frente a las 16 bodas registradas ante notario en Pontevedra difieren de la tendencia general, ya que según datos del Instituto de Política Familiar los enlaces siguen prevaleciendo sobre las rupturas en una proporción de 10 a 7.
En los últimos meses en toda España casi 7.000 parejas han elegido el notario para estos procesos, una decisión que ha servido, señala el Consejo General del Notariado, "para descongestionar un poco más la administración de Justicia en asuntos no contenciosos", es decir que no exigían la intervención del juez.
Y es que las parejas divorciadas ante notario han debido acreditar una serie de condiciones recogidas en la Ley de Jurisdicción Voluntaria, como, añaden las mismas fuentes, "que hayan pasado al menos tres meses de la celebración del matrimonio, que la ruptura haya sido de mutuo acuerdo y que no haya hijos menores o vástagos con la capacidad modificada judicialmente que dependan de ellos".
Para este tipo de parejas la formalización de la escritura de separación o divorcio ante notario "ha sido una vía rápida y segura", indican los portavoces del Consejo General del Notariado.
Los fedatarios no solo acreditan el divorcio y separación sino que pueden aconsejar a la pareja en cuestiones sobre bienes en común y liquidación del régimen económico matrimonial. Una vez firmada la escritura pública de divorcio, el notario dispone de un máximo dos días para comunicarlo al Registro Civil.
Por lo que respecta a los matrimonios, la labor del notario arranca tras la tramitación del expediente matrimonial por el Registro Civil, si bien a partir de junio del próximo año estos funcionarios públicos también se encargarán de realizar el expediente además de celebrar la boda.
En términos generales, en toda España la media de divorcios ante notario es el doble que la de bodas, si bien en tres comunidades (Galicia, Valencia y País Vasco) esta cifra se triplica.
Así, en Galicia durante el pasado año se produjeron 290 divorcios ante notario y 70 bodas. En toda España el número de rupturas ascendió a un total de 4.654 y a 2.249 el de enlaces.
La Ley de Jurisdicción Voluntaria confiere a los notarios autoridad para casar, separar o divorciar, pero también, como recuerda el Consejo General del Notariado, la de "resolver otros asuntos civiles, mercantiles o sucesorios que antes realizaban los jueces. Entre otras muchas funciones que hoy realizan los notarios destacan la reclamación de deudas dinerarias no contradichas que logran el pago de facturas sin entrar en costosos y largos litigios judiciales; la aceptación de herencias a beneficio de inventario, de forma que nuestro patrimonio quede a salvo por posibles deudas del fallecido, y la declaración de herederos abintestato (herederos de personas que no han hecho testamento) de parientes colaterales o de parejas de hecho".
