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A Peregrina abre las puertas de su primer museo

Los turistas se adelantan a la inauguración oficial del espacio, situado en el segundo coro

El Santuario de A Peregrina abre hoy las puertas de su pequeño museo, en el interior del segundo coro del templo, un emplazamiento que podrá ser visitado tanto por los pontevedreses como por los turistas que se acerquen a la ciudad.

Se trata de una iniciativa en la que la cofradía Nuestra Señora del Refugio La Divina Peregrina lleva trabajando desde hace meses y que tiene como único objetivo acercar la historia del lugar santo al mayor número posible de personas.

VER GALERÍA | Un turista observaba ayer las piezas expuestas en el museo del Santuario de A Peregrina. // G. Santos

El acceso al museo se realiza a través de la escalinata que lleva hasta la cúpula, que actualmente cuesta un euro. En un tramo intermedio de esos 64 peldaños en escalera de caracol se encuentra el citado espacio, que hoy será inaugurado oficialmente pero al que ya ayer accedieron numerosos turistas que estos días visitan Pontevedra y en cuya agenda se encuentra como punto obligado uno de los templos más hermosos de Galicia. Es, además, desde ese segundo coro del santuario desde donde se aprecia claramente la planta con forma de concha de vieira del edificio, uno de sus mayores atractivos.

El montaje del espacio expositivo se terminó ayer. En los pocos metros de los que dispone la cofradía se pueden ver algunos cuadros de fotografías antiguas, todas ellas de motivos religiosos. Alguna de ellas ha sido donada por particulares, como un que muestra la carroza de la Virgen Peregrina ocupada por cuatro niñas y un arcángel. También se exponen las piezas del reloj original del templo, ya que el que se utiliza en la actualidad es propiedad del Concello de Pontevedra.

Está previsto también exponer en el balcón del segundo coro algunos de los trajes más bellos de la Virgen Peregrina, que cuenta en la actualidad con 14 atuendos.

El nuevo museo supondrá un atractivo que puede ayudar a que la cofradía aumente sus ingresos a través de las visitas. El año pasado fueron 5.000 las personas que subieron hasta la cúpula, lo que supuso una interesante cantidad destinada al mantenimiento general del santuario.

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