La caída demográfica que en los últimos años está afectando a España y particularmente a Galicia, está afectando directamente al campo de la educación en muchos municipios de Galicia. Poio es uno de ellos y la consecuencia directa del descenso en el número de niños ha llevado a la Xunta de Galicia a decidir cerrar las puertas de la Escuela Unitaria de Sartal.

La ausencia de matriculados obliga a tomar la decisión de no iniciar el nuevo curso en este centro educativo tal y como el curso anterior ocurrió en Samieira con el colegio de Tarrío y lleva sucediendo año tras año en las múltiples escuelas unitarias que no hace muchos años inundaban la orografía del municipio.

Tan solo Portosanto y O Vao emergen hoy como únicos supervivientes de un trasvase de alumnos hacia los CEIP que está acabando poco a poco con un modelo distinto de enseñanza en el que los alumnos de todas las edades de educación primaria comparten espacio de trabajo y se enriquecen unos a otros a la hora de avanzar en sus respectivas materias.

Tres era el número de alumnos inscritos en Sartal para el nuevo curso, pequeños que finalmente serán reubicados en el CEIP Isidora Riestra, una cifra a todas luces insuficiente que hace muy complicado mantener la viabilidad del centro, por lo que el ayuntamiento deberá volver a reinventar el espacio para buscarle un nuevo uso al edificio para un bien común que siga beneficiando a los vecinos y evite el deterioro y el abandono del centro. En este caso la escuela de Sartal se convertirá en un centro de reunión cultural, deportivo y social en el que llevar a cabo diferentes actividades tales como talleres o reuniones vecinales. El reciclaje de los extintos centros educativos del municipio, convirtiéndolos lugares para otro tipo de servicios ha sido una constante en Poio en los últimos años.

La decisión de la Xunta de Galicia llega después de que ayer la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria realizase la revisión de matrículas de los centros escolares públicos en los niveles de educación infantil, primaria y educación especial con respecto al próximo curso. Este proceso se realiza de forma habitual cada verano con el fin de adecuar el número de unidades de alumnos y alumnas matriculados en cada centro educativo, estipulando en seis el número mínimo de alumnos necesario para que el centro de enseñanza pueda seguir funcionando.

La caída demográfica es el principal motivo de los cierres. Según datos del IGE, para el curso 2016/2017 habrá más de 450 matrículas menos que el pasado año para el primero de los cursos de Educación Infantil (3 años).