La Axencia Galega de Infraestruturas "analizará en profundidad" las propuestas de nuevas vías ciclistas planteadas el pasado miércoles por el colectivo Pedaladas con el fin de determinar su encaje en el programa de sendas peatonales y para bicicletas que tiene en marcha la Xunta. Así lo apuntó ayer Enrique Pérez, vicepresidente de Pedaladas, tras la reunión con la propia Axencia, la Diputación y los concellos de Pontevedra, Marín, Poio y Vilaboa, destinada a exponer sus demandas de fomento de la bici y, sobre todo, "mantener vivo el debate" sobre la movilidad alternativa. En este sentido, el responsable de infraestructuras de la Diputación, Uxío Benítez "se comprometió a convocar a todas las asociaciones de este tipo" para analizar en conjunto las posibilidades de actuación, según Pérez.
El vicepresidente de Pedaladas añadió que "se le enviaron nuestras propuestas por escrito a Francisco Menéndez (director de la Axencia Galega de Infraestruturas) para remitirlas a los técnicos y estudiarlas en profundidad". No obstante, admite el colectivo que en la reunión del miércoles "todos manifestaron las complicaciones" de crear estas rutas por lo que "al final, todo depende de una decisión política".
Señala que la ruta desde Pontevedra a Pontesampaio "solo precisa de que Adif ceca el uso de cinco kilómetros de la antigua vía del tren en desuso" por Vilaboa, si bien Fomento mantiene que esa línea está aún afectada por su posible uso para mercancías. En el caso de Marín, una vez que se ejecute el paseo por la autovía que ya diseña Costas, "el tramo más complejo" será el que discurre paralelo a la Escuela Naval hasta el vial de playas ya que no existe espacio para crear una senda ciclista.
Por su parte, la propuesta desde Pontevedra a Combarro es la más compleja. De entrada la Xunta analizará la idea de Pedaladas de acondicionar el tramo desde A Seca hasta la villa de los hórreos de modo que el arcén derecho se habilite para aparcar y el izquierdo, el más próximo al mar, se destine a una senda mixta de peatones y ciclistas. Pero en el tramo por Campelo "tendría que decidir la Diputación que se establezca la dirección única a lo largo de un kilómetro, para que sea un espacio de convivencia". Es la opción más compleja.
Por su parte, el Concello de Pontevedra ya presentó hace unos días sus propuestas al plan de sendas de la Xunta. Afectan a siete carreteras, concretamente la PO-546 a Marín con carriles bici y permeabilidad de los peatones a la altura de Placeres, ante la falta de pasos de peatones; la PO-542, de Ponte Bora a O Pino, con tratamiento de aceras hasta la glorieta de Vilafranca y tráfico peatonal a la altura de la casa de cultura de Marcón; la PO-532, de la Avenida de Lugo a Ponte Caldelas, con aceras a ambos lados de la carretera y pasos de peatones; la PO-531, la carretera de Vilagarcía a partir del puente de A Barca con mejora general de las condiciones para peatones y ciclistas.
También se cita la PO-225, de Alba a San Caetano, donde se propone una solución al problema de gálibo del gálibo del puente del tren en Alba; en la PO-224, de Ponte Bora a San Antoniño, con sendas que bajan al río y la intersección entre Xeve y Verducido y, por último, la PO-223 a Campo Lameiro, con atención peatonal en el entorno de la casa de cultura y el centro de salud de la Porta do Sol, así como el entorno del monasterio de San Benito.
