Vecinos de Caritel y de Forzáns, en Ponte Caldelas, mostraron su indignación por el robo del monumento al Can de Palleiro ubicado desde 1973 en la Portela de entrada A Pousa y que fuera colocado por Manuel Cordo Boullosa, filántropo y millonario gallego afincado en Portugal que pasó su infancia en este lugar compartido por ambas parroquias.

El triste hallazgo se produjo a primeras horas de ayer cuando los vecinos de la zona contemplaron la desaparición de la entreñable estatua que encargara el mítico fundador de la petrolera lusa Galp al afamado escultor pontevedres José Luis Penado, autor entre otras muchas obras del Loro Ravachol, en la Peregrina, o el Monumento a los Navegantes, en las Palmeras de Pontevedra.

Los ladrones se llevaron no solo la estatua de bronce sino también su base de pedra por lo que se sospecha que tuvieron que ser varios los autores del robo y utilizar algún tipo de andamiaje o guindastre para poder perpetrar esta sustración.

El lugar donde fue ubicado este monumento de homenaje al popular Can de Palleiro está rodeado de leyendas y misterios y, de hecho, las persoas mayores recuerdan varios "contos de vellas" que hablan de que en ese lugar se aparece de vez en cuando un caballo negro enfurecido con fuego en las patas que asusta y hace huir a quien se aproxime al lugar.

Esta estatua estaba colocada en una finca denominada "Montiño", un topónimo que hace referencia a dos mámoas que existieron en las inmediaciones e incluso una "pedrafita", hecha a base de menires que también desaparecieron. Esta es la segunda vez que roban el monumento al Can de Palleiro.