Fue en los años 70 del siglo pasado cuando, durante unas obras de restauración de una capilla de la Basílica de Santa María, levantada por las gentes del mar de Pontevedra, apareció otra de las pruebas que sostienen la teoría del Colón gallego y que confirman que este era un apellido común en la zona y vinculado a marineros. Es la inscripción tallada en piedra en la que se puede leer "Os do cerco de Juan Neto e Juan Colon fixeron esta capella". Por este motivo, la Basílica, aparte de ser admirada en su conjunto, es una de las paradas de referencia en esta ruta pontevedresa dedicada a Colón.

Las últimas investigaciones que también relacionan los personajes de Pedro Madruga y Colón también llevan a la comitiva hasta las ruinas de Santo Domingo, en donde hay una capilla dedicada a los Sotomayor. La última parada es ante la estatua del propio Almirante en los Jardines de Vicenti.

Más allá de teorías, documentos o pruebas, siempre existió un enorme vínculo entre Pontevedra y Colón que hizo, que tan solo se realizasen tres estatuas como esta en España y que, curiosamente, una de ellas viniera a parar a Pontevedra. Originariamente estuvo ubicada en el palacio de Montero Ríos, en Lourizán, y luego fue trasladada a su actual ubicación. Esta visita guiada pudo ser realizada gracias al patrocinio de la concejalía de Promoción Económica del Concello.