"Hay derechos que están por encima de todos los demás, y los de los niños son unos de ellos". El concelleiro de Mobilidade, Luis Bará, se manifestaba de este modo ayer en la reunión que mantuvo junto con la responsable de Educación, Carmen Fouces, con la comunidad educativa del CEIP Barcelos, en la que participaron integrantes del Anpa y el jefe de estudios del centro, José Muiños.

En el encuentro, ambas partes hicieron un positivo balance del reinicio del curso escolar tras el parón de las vacaciones de Semana Santa con parte de la reforma de la plaza realizada. Asimismo, se abordaron los cambios que todavía quedan por hacer en el entorno.

Entre ellas figuran los trabajos en la calle Rouco, que une Barcelos con Cobián Roffignac y en la que se ubica el centro escolar. En este sentido, Bará reconoció que "mejor que hacer un arreglo en la zona frente al colegio, sería en toda la calle". "Con ello, la accesibilidad al colegio quedaría resuelta", consideró.

De este modo, el Concello se plantea, en un plazo de un par de años, ampliar las aceras. Mientras tanto, y para facilitar el acceso de los padres y familiares al colegio, se tiene pensado convertir las actuales plazas de aparcamiento libre en zona de servicios, con límite de tiempo para parar los vehículos. Se extenderá así a esta calle el modelo ya aplicado en toda la plaza de Barcelos, que algunos vecinos consideran "excesivo" por no dejar espacio alguno de uso libre.

Además, Bará y Fouces informaron acerca de los cambios que todavía quedan por acometer en la plaza, que podrá ser utilizada por los alumnos de colegio como una prolongación de su patio escolar, algo que ya venían haciendo en los últimos tiempos. Siguiendo la idea de "polivalencia de los espacios públicos", el Concello ha pensado en dotar a la plaza de una zona con equipamiento recreativo deportivo con pistas cerradas, canastas y mesas de ping pong. También se baraja la instalación de máquinas de ejercicio para personas mayores. Al tratarse de una plaza al aire libre, en la reunión se habló también de la posibilidad de instalar algún tipo de pérgola o similar para evitar la exposición directa al sol.

Además, se involucraría a los escolares en una intervención artística que permitiría pintar el pavimento de la plaza. "Es una experiencia que puede dar mucho de sí y hacer que los niños se sientan protagonistas", aseguró Bará, quien destacó que la reforma ya había permitido ganar 2.000 metros cuadrados de plaza.

Por su parte, Carmen Fouces recalcó que los cambios en el entorno son "un gran logro". "Para nosotros esto es la verdadera participación", señaló. Los concelleiros volverán a mantener una reunión con el Anpa la próxima semana en la que también participarán los estudiantes que en su momento aportaron ideas para la reforma de la plaza.