Por unanimidad del pleno municipal, el BNG, PSOE y PP de Barro aprobaron ayer las alegaciones al estudio informativo de la prolongación de la autovía A-57 entre el municipio y Pilarteiros y la conexión de esta con la AP-9 en Curro. Se tratan de más de nueve puntos redactados con el consenso del frente común abierto contra el trazado propuesto por el ministerio de Fomento conocido como CO-3 o alternativa 3, y que está compuesto por los tres grupos municipales, comuneros, asociaciones vecinales y vecinos que participaron en las asambleas de Curro y Portela.
El gobierno local tiene el compromiso de la Diputación y de la Consellería de Infraestruturas de que también presentarán alegaciones en el mismo sentido para evitar que se construya este trazado que consideran que supondría un "grave impacto social" en las dos parroquias afectadas. En el documento que enviarán a Fomento, recuerdan las alegaciones enviadas en enero de 2013 también sobre este trazado pero se consideran que la opción "CO-3 con mejoras", que mantiene 9 de sus 10 kilómetros con la anterior, no resuelve los problemas señalados entonces. El propio alcalde, Xosé Manuel Fernández Abraldes, señalaba ayer que se solicitará una interlocución con los responsables de Fomento. En la propia alegación se defiende la "CO-5", con ciertos matices, como la mejor alternativa para el enlace de la A-57 en el municipio.
Curro
El propio Abraldes hacía públicas las alegaciones consensuadas. Así, consideran que las modificaciones de obra propuestas en el cruce con la PO-531 no dan solución a las alegaciones presentadas ya que se proyecta una actuación sobre obras recientemente finalizadas por la Xunta, como es la rotonda de Curro. Señalan que con esta futura infraestructura se anula un tramo de la PO-531 construido en su día y deriva el tráfico de la misma a la antigua carretera "que no reúne condiciones para volver a soportar más tráfico del que recibe actualmente". Además, colisiona con otra rotonda prevista por la Xunta cien metros más al sur, una infraestructura nueva anunciada por la propia conselleira, Ethel Vázquez, en una reunión el pasado miércoles y que podría ejecutarse este mismo verano.
Con respecto a la "mejora" añadida de los falsos túneles en el último kilómetro de la A-57 en Curro, consideran que su construcción mantiene la afección al conjunto y al entorno de la iglesia de la parroquia ya que la carretera, con cuatro carriles, continúa dividiendo esa zona en dos. "Aunque sean falsos túneles, no quedaría una vía permeable", afirma Abraldes al respecto, matizando que justo una finca en el entorno de la iglesia de Curro, que además es municipal, quedaría sin acceso.
Además sigue provocando la división física de la distribución poblacional de la parroquia de Curro, cruzando el centro de la misma. El documento de las alegaciones aprobadas afirma que no considera una buena opción la "CO-3 mejorada" porque mantiene una grave afectación a la zona totalmente urbanizada con la creación de un nuevo vial sobre terrenos edificables y nuevas barreras entre las construcciones existentes.
Pero también se ve otros problemas con respecto a los acuíferos, ya que por donde están previstos los falsos túneles es una zona de bolsas de agua de donde proceden las captaciones de los vecinos. "Con su construcción, el agua irá hacia esta vía, por lo que podría afectar al abastecimiento de los vecinos, que recurren a pozos artesanales. Sería un problema demoledor por la dificultad que supondría las alternativas para devolverles el suministro", afirmó el alcalde.
En el documento también se señala que la propuesta de Fomento tampoco resuelve a las alegaciones de 2013 relativa a la pérdida del valor añadido del macronudo de Curro, ejecutado por la consellería de Medio Ambiente. Entienden que la infraestructura "no parece pensada para engranar una autovía por ese tramo del mismo, sino por la zona de los enlaces de la AP-9". El propio Abraldes señalaba la obra de la PO-531 tenía previsto la incorporación de los cuatro carriles de esta variante.
Peaje de la AP-9
Las alegaciones redactadas por el frente común entre Concello de Barro y vecinos al trazado propuesto por la A-57 también afectará a la localización del peaje de la AP-9. Con la variante 5, que defienden tanto el municipios como Diputación y Xunta, incluiría un traslado de las cabinas de peaje en la autopista. En la solicitud a fomento, el Concello incluye la propuesta de liberalizar el peaje de la AP-9 entre Pontevedra y Curro, de modo que este vial sirviese como una variante alternativa para liberar de tráfico la PO-531.
