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El valor catastral de Pontevedra se actualiza a 2.480 millones, el menor de las urbes gallegas

Hacienda cerró 2015 con una tasación media de cada finca urbana de 35.133 euros, la mitad de Santiago -Sanxenxo lidera el listado comarcal con 47.000 euros por unidad

El municipio suma 70.000 unidades catastrales urbanas. // Rafa Vázquez

Hace diez años, en 2006, el valor catastral de todas las fincas, solares y edificaciones de Pontevedra se situaba en 2.047,7 millones de euros. El Ministerio de Hacienda acaba de actualizar esos datos, referidos a 2015, que elevan aquella valoración un 21%, hasta los 2.480,5 millones. Pese a este aumento, Pontevedra es la ciudad gallega "más barata" a efectos catastrales, tanto en términos absolutos como por el valor de cada inmueble. Según los datos oficiales del ministerio, con 70.604 unidades, cada una de ellas alcanza una tasación media de 35.133 euros, menos de la mitad de la urbe "más cara", Santiago, donde cada finca roza los 76.000 euros. Todo depende de la fecha de la última valoración oficial, y en la ciudad compostelana se efectuó en 2010, mientras que la de Pontevedra se remonta a 2001.

La ciudad gallega con mayor valoración es A Coruña, por encima de los 9.733 millones de euros, por encima de los 7.713 millones de Vigo, pese a que la ciudad olívica cuenta con muchas más fincas e inmuebles. También es significativo el caso de Ferrol, con un listado catastral mucho menor que el de Pontevedra (poco más de 54.000 altas frente a las 70.600 unidades de la ciudad del Lérez) pero una tasación global de más de 2.623 millones. Cada finca ferrolana es 13.000 euros "más cara" que en Pontevedra. Por su parte, en Lugo se llega a los 3.212 millones, casi la mitad que en Ourense, que se eleva a algo menos de 6.300 millones.

Ni siquiera el hecho de ser la única gran ciudad de la comarca sitúa a Pontevedra a la cabeza de este territorio. Ese lugar lo ocupa Sanxenxo, donde cada unidad catastral está valorada, de media, en 47.000 euros. Son casi 39.000, con un valor global de 1.830 millones de euros. Caldas y Ponte Caldelas se acercan a las cifras de Pontevedra por encima de los 33.000 euros por cada alta, mientras que en Poio se llega a los 28.000, al igual que en Vilaboa. En el otro lado de la moneda aparecen Cotobade y A Lama, por debajo de los 10.000 euros de media cada finca o inmueble.

En la comarca, los municipios con las valoraciones más antiguas, que se remontan a 1987 son Cuntis y Marín. Este último municipio está valorado en su conjunto en 382 millones de euros, lo que implica que cada una de sus 17.317 unidades catastrales presenta una tasación media de 22.049 euros.

Todos estos datos son básicos para que cada concello elabore el padrón de la principal vía fiscal de ingresos, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). En el caso de Pontevedra este impuesto ronda los 17 millones de recaudación anual, el 25% de todo el presupuesto. Esta cifra es la que correspondía al pasado año, cuando se registró un aumento de más de un millón de euros con respecto a este padrón fiscal de 2014. Esta espectacular subida se derivó especialmente de las inspecciones fiscales y la persecución del fraude iniciadas de forma sistemática en 2012. Así, el volumen de nuevas altas alcanzada en estos últimos doce meses es de 984, que se sumaban a los 1.881 recibos añadidos el pasado año, hasta sumar en el padrón un total de 68.650.

Residencias y garajes

Ese padrón era el vigente hasta noviembre pasado, si bien a día de hoy el Catastro ya tiene un censo provisional de más de 70.800 altas, de las que más de la mitad corresponden a inmuebles de uso residencial, con 40.200. Las plazas de garaje y unidades similares conforman la obra gran bolsa catastral, con casi 22.000, mientras que los locales comerciales y oficinas suman otras 4.300. Son estos tres capítulos los que suelen registran más oscilaciones año tras año, frente a otros apartados más rígidos, como los edificios religiosos (42), singulares (18) o deportivos (47).

Aunque el aumento de ingresos por las nuevas altas es de un millón de euros, el fraude total detectado se podría duplicar ya que a los recibos destapados este año se deben unir aquellos que no se abonaron en los últimos cuatro ejercicios. En todo caso, desde que comenzaron estas inspecciones se ha conseguido una media anual de unas mil altas al año.

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