Antonio Fenrández, párroco de Raxó, salió al paso de las críticas de los vecinos que señalan que los toques de campana en la iglesia de San Gregorio "son excesivos". Por su parte, desde el Concello hacen un llamamiento al diálogo para encontrar una solución que agrade a todos. En el mismo sentido se manifestaron ayer de A Laxe de Raxó, en una reunión que trataron el alumbrado del cementerio parroquial y en en el que se debatió sobre las polémicas campanadas.

"Las campanadas avisan que hay difuntos", apuntaba el párroco, que matizaba que solo suenan más tiempo cuando hay algún funeral. También señala que toca los cuartos, "una de las pocas parroquias de la zona que tocan 20 minuto o 30 como máximo dos veces al día". Fernández señalaba que el reloj hace años que está dando las campanadas de esta forma y que hay quen lo aprecia. "Quien más lo pide son los marineros, que se guían pos las campanas", afirma.

Por su parte, el alcalde, Luciano Sobral, reconocía que es del Concello competencias del horario de ruidos y anunciaba que se pondrá en contacto tanto con el párroco como con la asociación vecinal para tratar de llegar a un acuerdo que contente a todos. "Ya antes hubiera quejas y podría ser revisable. Está claro que entre las 22 horas y las 8 se debería suspender. No hay necesidad de que suenen tanto", apuntaba Sobral, que valoraba como posibilidad reorientar los altavoces.

Esta última medida también la compartía el presidente de A Laxe de Raxó, Cándido Dasilva, quien también apuesta por un diálogo que "echa en falta" al cura. "Está por estar, porque mismo el cementerio, lo tendría que llevar y lo llevamos la asociaci´n de vecinos", señala.