Caritel, en Ponte Caldelas, acogió ayer las fiestas en honor a la Virgen Milagrosa, que estuvieron amenizadas por la banda de gaitas y baile Os Catro Ventos y tuvieron un año más su plato fuerte en la procesión de la Virgen hasta la Carballeira da Chan, donde tuvo lugar una misa campestre. Más tarde, se celebró una concurrida sesión vermouth a la que se acercó el alcalde de la localidad, Andrés Díaz.

El programa lúdico continuó por la tarde con juegos infantiles para los niños y niñas del lugar, y ya por la noche una gran churrascada popular dio paso a la verbena a cargo de las orquestas Prisma y Nueva Estrella, que alargaron la fiesta hasta bien entrada la madrugada.