El gobierno local de Pontevedra no renuncia a crear un gran parque entre la carretera vieja de Marín y el tren al puerto, en el viejo solar de Construcciones Malvar, y para ello mantiene abierta la tramitación para lograr la desafección y cesión del terreno. De hecho el proyecto está prácticamente elaborado y se han realizado los estudios topográficos de la parcela. Pero el avance de este plan está pendiente de la resolución de un problema administrativo respecto a la titularidad de parte de los terrenos.
Costas del Estado se ha topado una traba en el Registro de la Propiedad para poder avanzar en el deslinde de la parcela y esa la cuestión que es necesario resolver antes de revertir el terreno al dominio público marítimo terrestre y poder avanzar con el proyecto.
En realidad el problema radica en una pequeña parcela, enajenada por la empresa que ocupaba la zona hace algo menos de treinta años y cuya titularidad está ahora en cuestión.
En todo caso, el gobierno local no puede aventurar un plazo en el que este plan de recuperación medioambiental del terreno pueda salir adelante, ya que se encuentra con un obstáculo administrativo que solo puede resolver Costas y el Registro de la propiedad.
El gobierno local anunciaba esta operación a principios de año, pero la operación se topó con el obstáculo de esta pequeña parcela de incierta titularidad. El objetivo del Concello es que las viejas instalaciones de Construcciones Malvar en Mollabao pasen a manos municipales por un precio de 109.000 euros.
Propiedad del banco
En esta parcela, a los 5.000 metros cuadrados de propiedad del Banco Santander se unirían otros 9.000 metros de la antigua concesión marítimo-terrestre, que serían cedidos por Costas para el mismo fin.
La inmobiliaria del banco ya hizo su oferta formal de venta. Pero desde el pasado abril la operación permanece totalmente paralizada. La razón está en el Catastro, donde no consta documentalmente el deslinde entre la parcela pública y la privada, lo que impide formalizar la compraventa.
La parcela que pretende el Concello mide unos 14.300 metros cuadrados entre la autovía de Marín y el ramal ferroviario al puerto y la carretera vieja. La compra se centra en los 5.000 metros que fueron de Malvar, después de la inmobiliaria Nino Mirón y ahora del banco. No es posible su uso edificatorio de ahí que el precio pactado sea menor que el valor catastral.
El documento que certifique el deslinde de los 9.000 metros de Costas debe ser resuelto, en principio por este departamento que fue, según el Concello, el que puso sobre la mesa la operación, hace varios meses con el fin de recupera para el uso público una zona del litoral muy degradada.
El destino de los 14.000 metros cuadrados que suman ambas operaciones "será espacio público y libre, como refleja el Plan de Urbanismo", previsiblemente un parque donde pueda tener cabida algunas instalaciones deportivas de bajo impacto, como canastas de baloncesto o algunos elementos de skate.
Tampoco se descarta destinar parte de la zona a estacionamiento, como ya ocurre con el cercano "solar de los circos", situado al otro lado de las vías del tren, entre este trazado ferroviario y la autovía. Se trata de otro terreno de Costas cuyo uso está cedido al Concello con "condiciones restringidas", como ocurriría en Malvar.
Demolición
En todo caso, antes de acondicionar la zona para este uso público aún habrá que proceder a su "saneamiento" previo, con su limpieza y, sobre todo, con la demolición de las antiguas edificaciones de Malvar (que suman unos 1.500 metros cuadrados), donde había oficinas, talleres y otras instalaciones. Incluso se baraja la idea de negociar con propietarios colindantes para ampliar el ámbito. De hecho, hacia el lado de Pontevedra, al pie del puente del tren en A Chamusca, hay una pequeña parcela que no entra en esta operación, y en el otro extremo existen otros terrenos, que incluyen una antigua fábrica de jabones abandonada, que podrían pasar también a manos municipales si fructifican los contactos. Estos terrenos de Malvar están delimitados por un muro hacia la calle Rosalía de Castro, pero disponen de un acceso para coches en la autovía, desde la rotonda de Malvar, por lo que se baraja la opción de abrir un posible vial que una ambos extremos.
