La juez de Caldas ha denegado por el momento la incineración de las niñas ante la existencia de dudas en la investigación que podrían requerir la realización de una nueva autopsia. La familia, que ha preferido dar el último adiós a las pequeñas en la más estricta intimidad, sin funeral ni velatorio, planteaba para ayer la cremación de los cuerpos de Candela y Amaya. La madre, Rocío Viéitez Ferro, solicitó ver a las niñas por última vez, algo que podría ocurrir hoy. Y es que las menores serán enterradas en las próximas horas a la espera de que se completen nuevas fases de la investigación. Al término de éstas se podría llevar a cabo la incineración. Así le fue comunicado a la progenitora.

Al parecer, ante el intenso dolor de la madre de las niñas, la familia habría optado por poner fin de un modo muy discreto y lo antes posible a esta tragedia. Pero ese deseo resultaría incompatible con las necesidades de la instrucción, puesto que la juez entiende que serían posibles nuevos exámenes a los cuerpos que habrían sido degollados con una sierra radial por el presunto asesino.