Un policía nacional de Pontevedra, Marcos P. F., de 36 años, falleció ayer a consecuencia de un disparo de su propia arma reglamentaria en el interior de la Comisaría Provincial.

El suceso se produjo sobre las 14.15 horas. El agente estaba en el vestuario de la Comisaría dado que iba a iniciar su turno esa tarde. Se encontraba solo en estas dependencias cuando se escuchó una detonación. Sus compañeros entraron de forma inmediata en las instalaciones y comprobaron que presentaba una herida de bala que le provocó la muerte casi en el acto. El juzgado de Pontevedra abrió una investigación para aclarar las circunstancias en las que se produjo un suceso en el que se descarta la participación de terceras personas. Se baraja que fue el agente quien accionó el arma aunque tampoco se descarta un disparo accidental. El joven, de 36 años, soltero y natural de Pontevedra, era muy querido en la Comisaría y su muerte causó gran conmoción.