Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Luis Calle: "Aires da Terra es el primer coro europeo que lleva el folclore al escenario culto"

José Luis Calle. // Gustavo Santos

La Casa da Gaita, en Cotobade, y el Sexto Edificio del Museo fueron los escenarios de los actos con los que ayer se recordó que el grupo pontevedrés Aires da Terra, encabezado por el boticario Perfecto Feijoo, fue pionero en la recopilación e interpretación del folclore gallego. Entre los invitados a la celebración, José Luis Calle, autor del libro "Aires da Terra. La poesía musical en Galicia".

-¿Por qué es importante el folclore?

-¿Por qué es importante? No soy quien para decirlo (sonríe), después de esta primera e importante consideración diría que es importante porque mantener el vínculo con nuestra identidad nos ayuda realmente a vivir en el día de hoy, a no ser átomos flotantes en la nada, realmente conservar la raigambre, el vínculo con los ancestros, es fundamental para saber quienes somos.

-Ser un pedacito de eternidad gallega...

-Algo de eso podría ser, si (risas).

-¿Qué representa en ese escenario Aires da Terra?

-Una experiencia fundamental, muy poco reconocida en Galicia, porque fue el punto de partida de la reinterpretación del folklore, más aún, de la interpretación del folklore porque en aquel momento la tradición musical de Galicia, que puede decir que permanece viva hoy y permanecía viva también entonces, hace más de cien años, pero no tenía un valor estético ni una proyección social, y estas dos cosas fueron el elemento central que aporta Aires da Terra.

-¿Supuso un punto de inflexión en la percepción del folklore?

-Sí, totalmente, fue el punto de partida, en Galicia y realmente por lo que nosotros sabemos en Europa, recoger esa tradición musical y llevarla a un escenario culto nunca se había hecho, fue el punto de partida. Aires da Terra es el primer coro de Europa que lleva el folklore popular al escenario culto, es curioso por tanto que la figura de Perfecto Feijoo y en general que Aires da Terra sea poco conocido dado que es una de las principales aportaciones realmente de la cultura gallega a la cultura.

-¿Qué era Aires da Terra?

-Aires da Terra era un grupo de, al principio, siete, ocho o nueve amigos de la buena sociedad de Pontevedra, boticarios, abogados, médicos etc. que se reunieron para darle valor a lo que ellos encontraron y lo que ellos amaban de su tradición musical, lo que ellos sentían como propio de ellos aunque el entorno "vilego" de aquellos años esta muy alejado.

-¿Es la primera vez que los señoritos miran al rural?

-Con estos ojos tan amorosos (sonríe) posiblemente sí, es la primera vez.

-¿En qué consistió el trabajo de Perfecto Feijoo?

-Primero pasó cerca de 20 años ensayando, cosa que no está mal, el no era gaiteiro profesional, era un farmacéutico de primerísima categoría nacional, y regentaba la farmacia de la reina madre en Madrid, era una persona profesionalmente extraordinaria, y no era gaiteiro, entonces como aficionado trabajó desde 1873 por lo menos que sabemos que está documentado hasta los primeras actuaciones públicas que fueron en 1901 o 1902, es decir que por lo menos hubo 17 años de trabajo recogiendo piezas y preparándose para dar a conocer todo eso que se había recogido en buenas condiciones.

-¿Es tan rica Galicia en la música como en la toponimia?

-Igual, como en el número de concellos, extraordinariamente rica, ya no solo por la cantidad, porque realmente era y es un pueblo tremendamente volcado y que vive con muchísima intensidad la música tradicional sino que en la calidad, hay cantigas con un valor relativo por supuesto, pero hay líneas musicales y yo no tengo ninguna autoridad para hablar de música, pero hay fragmentos de la música tradicional gallega de un valor musical absolutamente espectacular, y todo eso está ahí metido en ese tesoro de la música tradicional gallega.

-¿Está olvidado?

-Ahora cada vez menos, pero en el momento en el trabajaba Perfecto Feijoo ya no es que estuviese olvidado, es que estaba desprestigiado y se lo consideraba algo con lo que la llamada "gente normal" no podía convivir.

Compartir el artículo

stats