En el Monte das Croas, asegura la tradición, vive una mora que esconde tesoros y que se aparece en la Croa, la piedra que tiene petroglifos. Se encuentra a veces apersonas que subían con el ganado y que hacían tratos con ella, normalmente comida a cambio de riqueza.

La mora también exigía un pacto de silencio y os que lo vulneraban eran castigados con la mujer. Normalmente eran mujeres las que convencían a sus maridos (que eran los que habían hecho un trato con la mora) para divulgar el negocio que tenían con la maga.

Es la leyenda de Mouras más conocida y que fue publicada por José Casal y Lois en el año 1866 aproximadamente e incluida en la obra Galicia de Manuel Murguía.

El antropólogo Buenaventura Aparicio destaca que a partir de éstas y otras publicaciones la del Castro das Croas "es la leyenda de moras más conocida fuera de Galicia".

El experto destaca que el pensamiento tras estas leyendas "no era neutro ni inocente, se corresponde con el pensamiento de la sociedad tradicional gallega".

Incide en que en todas las leyendas está representada la sociedad patriarcal "en la que el hombre tiene que demostrar su autoridad ante la sociedad, y la mujer se presenta como la que echa a perder todos los negocios".

De hecho, añade que en las leyendas cuando las mujeres consiguen lo que quieren de los hombres "siempre va hacia ellas algo negativo, si bien nunca llega porque ellas no son las culpables, los culpables son los hombres porque no las tienen controladas".

El antropólogo subraya que en el fondo de estos mitos populares estaba muy enraizado el machismo, "algo muy difícil de erradicar porque esta idea está muy anclada, desde la misma Eva en el paraíso, esas ideas patriarcales y religiosas siempre fueron muy fuertes".

Machistas o no, hoy las leyendas han desaparecido de la tradición oral. Con la llegada de la televisión los viejos dejaron de lado su papel de contadores.