El grupo municipal del PP ha encontrado en las discrepancias entre el BNG y el PSOE en el bipartito municipal el principal filón que pretende explotar en los próximos meses. Con la vista puesta en el congreso local del próximo 12 de julio y su posible candidatura a la Alcaldía en 2015, el portavoz de la oposición, Jacobo Moreira, se esmera en sacar a relucir los conflictos internos del gobierno local. Después de lograr que el alcalde, Miguel Fernández Lores y su socio en el PSOE, Antón Louro, protagonizaran el lunes un tenso debate en el pleno con motivo del servicio de basuras, Moreira echó ayer mano de la primera gran brecha que se abrió entre nacionalistas y socialistas hace poco más de un año: el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).

A finales de mayo de 2013, el PP pactaba una "pinza" con el PSOE para forzar al BNG a sacar del cajón ese documento y retomar su elaboración, paralizada desde meses atrás. Aquella orden plenaria imponía un plazo máximo de un año para ser cumplida. Aunque hubo algún amago poco después, el PXOM volvió a quedar aparcado y cumplido el periodo establecido, el PP recordó ayer esta paralización, con la aparente esperanza de que el PSOE entre también en la ronda de exigencias al BNG.

Jacobo Moreira compareció ayer acompañado de su concejal en temas urbanísticos, el arquitecto Ricardo Aguilar, que llevó el peso de las quejas del PP. Aguilar recordó que "hace un año, 14 concejales (11 que tenía entonces el PP y los tres del PSOE) exigimos y aprobados retomar el PXOM paralizado, pero a día de hoy, como pontevedrés, arquitecto y concejal, me da vergüenza que el alcalde y el concejal de Infraestructuras, César Mosquera, no cumplen un acuerdo plenario".