El Concello ya es el titular de los primeros cuatrocientos metros de la avenida de Compostela, entre el puente de Santiago y la rotonda de la calle Alexandre Bóveda, después de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, haya firmado el documento de traspaso de ese tramo de la N-550. El gobierno local solicitó hace meses una cesión mucho mayor, desde el Lérez hasta el cruce de Alba, pero el ministerio redujo esas pretensiones y lo limitó al tramo más urbano.

El asunto fue objeto de comentario en el pleno municipal de ayer, donde el alcalde, Miguel Fernández Lores, coincidió con la concejala del PP Rosa Picallo en "agradecer" el trámite a la ministra. La petición de la concejala de que se "humanice" esa avenida fue recibida con entusiasmo por el alcalde: "Que el PP acepte el calmado del tráfico es para echar cohetes", dijo.

Y es que esa es la principal intención municipal, que pretende colocar al menos cinco "lombos" en esos 400 metros, además de aplicar otras medidas para mejorar la conexión peatonal y ciclista entre ambas márgenes del vial. Estos "lombos" supondrán la primera fase de "humanización" de la avenida de Compostela, que se prolongará más adelante con otra actuación drástica, la reducción de algunos de los carriles del vial. Aunque en toda la calle hay cuatro calzadas, en algún pequeño tramo llega a haber seis, "lo que convierte esta calle es un lugar hostil para el peatón", según explicó en su día el concejal Luis Bará. En todo caso, estas fases siguientes de remodelación "quedarán para el próximo mandato" por limitaciones presupuestarias ya que es "un ámbito extenso, costoso y de ejecución prolongada en el tiempo".

Proyecto encargado

Hace unas semanas se encargó, por 17.000 euros, a la consultora Pettra la redacción de un proyecto con todas las reformas de "humanización" de la avenida, con la prioridad de "otorgar a la calle un tratamiento más urbano". Pero la ubicación de los cinco "lombos" ya está decidido y se hará lo antes posible. Dos de ellos se ubicarán en cada extremo del puente de Santiago, que ahora carecen de pasos de peatones. Para ello habrá que eliminar la mediana de cemento que divide actualmente los dos sentidos de circulación. Donde se considera más necesario este "lombo" es en la prolongación de la calle Rafael Areses, "donde se registran las escenas de más peligro al cruzar la gente por una zona ahora prohibida". La idea es habilitar un paso ininterrumpido desde A Xunqueira hasta O Burgo, de forma que el paseo paralelo al río no se vea cortado.

Otro paso elevado se ubicará a la altura del pabellón de deportes, donde ya existe un pasa de cebra, mientras que a ambos lados de la rotonda de acceso a Pasarón se colocarán los dos últimos. Uno de ellos estará situado bajo la pasarela metálica que sobrevuela la avenida de Compostela. Aunque esta estructura apenas se usa y su estado es deficiente, no está prevista su retirada a corto o medio plazo.