Las tareas de demolición parcial del hotel Gran Proa, en Raxó, adjudicados hace meses, vuelven a sufrir un nuevo revés. La empresa que tenía que ejecutar esos trabajos ha entrado en concurso de acreedores, lo que obligará a buscar una nueva firma que se haga cargo de los trabajos. Así lo admitió el gobierno local, que asume que la demolición de las partes ilegales del inmueble volverán a registrar un nuevo retraso, que se acumula a los ya producidos. De hecho, la crisis de la última adjudicataria, Proyecta Actividades Profesionales de la Construcción SL, se añade a la que ya sufrió la empresa elegida inicialmente, y que renunció al contrato.

Después fueron los temporales del pasado invierno los que afectaron a los trabajos, que apenas avanzaron. El gobierno local, que había fijado un plazo inicial de 80 días para concluir las obras, asume ahora la obligación de buscar una tercera firma para cumplir una sentencia judicial que obliga a derribar la planta quinta y la cubierta del inmueble. Por ello, ya da por hecho que los 80 días iniciales están ya superados.

El concurso para adjudicar los trabajos se realizó hace tiempo. La empresa que resultó ganadora, sin embargo, quebró poco después. En ese momento, el Concello de Poio decidió otorgar los trabajos a la empresa que quedó en segundo lugar, pero el proceso volvió a sufrir un revés al aferrarse los propietarios del inmueble a presuntas irregularidades en la adjudicación. El tribunal certificó finalmente que la elección de la empresa "Proyecta, Actividades de la Construcción", que quedó segunda en el concurso, fue la correcta después de que la primera firma seleccionada renunciase poco después a ejecutar la obra.

Con el concurso de acreedores de esta segunda firma, la misma empresa ha contactado con otras dos para tratar de encontrar un sustituto.