Un militar de la Brigada de Infantería Ligera Brilat "Galicia" VII falleció ayer de manera repentina al concluir el entrenamiento deportivo matinal, según confirmaron fuentes de la base General Morillo, en cuyas instalaciones se produjo el deceso.

El fallecido es el cabo primera Pablo Ucha Montero, de 40 años de edad adscrito a la Policía Militar. Había ingresado en el Ejército en el año 1991 y toda su carrera profesional la desarrolló en Pontevedra. Deja viuda y un hijo menor de edad.

De acuerdo con la información facilitada desde el cuartel de Figueirido, el militar había acabado los ejercicios de instrucción cuando se sintió indispuesto y se desplomó. Sus propios compañeros lo trasladaron hasta la enfermería en donde el equipo médico de la base General Morillo intentó reanimarlo sin éxito.

Mientras tanto ya habían llamado al servicio de emergencias que desplazó una dotación asistencial del 061 que nada pudo hacer porque el infortunado militar ya había fallecido por lo que solo pudieron certificar su muerte.

Hasta la enfermería se acercó, al conocer que un cabo primera se había desplomado el jefe de la Brilat, el general José Antonio Alonso, que permaneció allí hasta que llegó el juez de guardia para decretar el levantamiento del cadáver.

El cuerpo fue trasladado al Imelga (Instituto de Medicina Legal) en donde se le iba a hacer la autopsia para determinar las causas exactas que desencadenaron el fatal desenlace.

En principio el fallecido no tenía problemas de salud, ni ningún tipo de insuficiencia cardiovascular según recogen los informes médicos que se hacen periódicamente en la base a todo el personal. "Fue una muerte súbita" apuntaban como posibilidades fuentes militares aludiendo a que "también entre deportistas profesionales, chavales de veinte años, ocurren estas cosas".

La noticia corrió como la pólvora en la base General Morillo y en la ciudad de Lérez se extendió, en un primer momento, la idea errónea de que el óbito se había producido en Afganistán ya que todavía quedan en el país asiático algunos efectivos del contingente de la Brilat que está regresando a casa tras seis meses de misión.

En sus más de veinte años de vida militar Pablo Ucha había participado en despliegues en el exterior y Afganistán fue uno de sus destinos, aunque no en esta última rotación. También estuvo en Líbano, según fuentes del Ejército.