Los vinos de las Rías Baixas gustan cada vez más en el extranjero. La denominación de origen sigue batiendo sus propias marcas y crece en un escenario adverso gracias, sobre todo, al mercado exterior, donde ya vende el 26 por ciento de su producción. El crecimiento de las exportaciones rondó el 17 por ciento, siendo Estados Unidos el principal cliente. De cada 100 botellas de la producción total, 13 se dirigen a este mercado.

Estos datos exhiben la salud de los caldos pontevedreses y resultan "tranquilizadores" para el presidente del consejo regulador, Juan Gil de Araújo, que comparó el comportamiento con el de la media de las denominaciones del resto del Estado, cuya subida en el mercado exterior se quedó en un 10 por ciento. Rías Baixas vendió casi 5 millones de litros, lo que se tradujo en unos ingresos de 26,3 millones de euros. La relevancia del país norteamericano salta a la vista, dado que asumió la mitad de las exportaciones, tanto en generación de valor como en litros. Desde la denominación confían en seguir aumentando las exportaciones en general, pero también en concreto en los que se refiere a Estados Unidos "un mercado muy amplio".

Éste es el líder en una tabla de países que incluye otros 56. En los siguientes puestos figuran, por este orden, Reino Unido (537.000 litros y 2,68 millones de euros en ingresos), Alemania (316.000 litros y 1,53 millones de euros), Puerto Rico (216.000 litros y 1,52 millones de euros), Holanda (180.000 litros y 939.000 euros) y México (127.000 litros y 747.000 euros). El gerente del organismo, Ramón Huidobro, apuntó además que la presencia va en aumento en zonas de "consumidores fieles a los productos ya existentes", así valora el avance, lento pero constante, que se está produciendo en Japón que, pese a haber recibido solo 75.000 litros, "ya empieza a dar algunas alegrías". Y es que la política de exportación por ahora no tiene límites y la intención es seguir apostando por ella.

Los responsables de la denominación incidieron ayer en que a lo largo de los próximos meses se desarrollará un plan de promoción que incidirá en la búsqueda de nuevos mercados, así como en la consolidación de los existentes. Para ello se realizarán tanto puestas de largo en los lugares de destino así como misiones inversas. Éstas consisten en invitar a Galicia a expertos vinícolas de los mercados en los que interesa posicionarse para tener más argumentos en la venta. "Las Rías Baixas y Galicia tienen mucho que enseñar y trayendo aquí a la gente se aprecia aún más la calidad de producto".

Por otro lado, Gil destacó también el comportamiento que experimentaron las ventas en el mercado español, hablando de la fortaleza de los vinos en plena crisis. "Si aguantamos en España, el éxito parece asegurado", exponía ayer el responsable del consejo regulador. Hace solo unas semanas se dio a conocer que las ventas estatales, manteniendo los precios, se incrementaron en torno a un 8 por ciento. Todo ello lleva a esa sensación de tranquilidad de la que hablen en la denominación y que agradece a sus más de 6.000 viticultores y 180 bodegas.