Nodosa inició su camino hacia la internacionalización en el año 2005 que le ha llevado al Magreb y a la África subsahariana, a distintos países de Latinoamérica y a empezar a dar sus primeros pasos en Oriente Medio. Es un mercado potencial para la construcción naval en donde se ve capaz de competir, con ciertas garantías de éxito, en el ámbito de las dragas, los remolcadores y los pesqueros, según explicaba ayer el gerente del astillero, Rafael Outeiral.

En este mercado internacional tiene Nodosa puestas sus expectativas y de hecho "hay varios frentes abiertos: negociaciones, participación en concursos... que veremos como acaban" apuntaba ayer Outeiral que reconocía que "sería bueno tener ya en cartera algún nuevo proyecto".

El astillero encara en la actualidad la recta final de la construcción de una draga, que está en fase de armamento e instalación de equipos y que deberá ser entregada en el verano. Cuenta con un segundo buque en construcción, un remolcador, también en fase avanzada aunque su finalización está programada para final de año.

Paralelamente mantiene activa una cartera "fiel" de reparaciones que, aunque el grueso de la actividad se concentra en el último trimestre del año, no deja de generar encargos durante todo el año. Las reparaciones suponen entre el 25 y 30% del volumen de negocio de Nodosa.