Eulalia Pérez Sedeño se queja en privado del penúltimo escándalo para la comunidad científica: que la cirugía estética compute para el Producto Interior Bruto. La experta (una referencia en calidad de voz femenina de la ciencia) participó ayer en la SGF para hablar de mentiras científicas, como una tecnología neutral, una investigación centrada en los verdaderos retos de la salud...

—Resulta que también la genética médica está entre las mentiras contemporáneas. No nos dejan ilusiones...

—(risas) Lo que he planteado en la SGF es que la biotecnología, y en concreto la genética médica aplicada a los seres humanos, ha ofrecido y está ofreciendo una serie de promesas que no se cumplen. Y a mayores dentro de esas promesas hay implícita una ideología que es el determinismo biológico, que mantiene que los seres humanos estamos determinados por nuestra biología, y especialmente por nuestros genes, olvidando que somos algo más, que no somos una entidad biofisiológica sino que estamos dentro de una sociedad y de una cultura y que interrelacionamos con nuestro entorno social y medioambiental.

—Un porcentaje escaso de casos de cáncer están ligados a los genes, la gran mayoría responde a causas ambientales como la alimentación, hábitos, etc ¿pero qué porcentaje de los fondos para investigación se destinan a la genética médica?

—La cuestión está en que se está destinando muchísimo dinero a investigaciones de enfermedades. Y por un lado hay que distinguir entre las enfermedades que están causadas por un solo gen y aquellas que están ocasionadas por más de un solo gen y que además son multifactoriales, es decir enfermedades que además de un componente genético tienen componentes exógenos como pueden ser los hábitos de alimentación, tomar el sol, fumar etc. En el caso de las monogénicas (las que se supone que son causadas por un solo gen y que efectivamente se producen en un porcentaje muy pequeño) también hay problemas, porque resulta que la misma mutación del gen se manifiesta fenotípicamente de diferente manera en diferentes personas, y a la vez, personas con un mismo conjunto de síntomas o un mismo síntoma, tienen diversidad de mutaciones. Por eso muchos científicos ya no hablan de enfermedades monogenéticas sino de conjunto de síntomas o de conjunto de variaciones o mutaciones. Y en el caso de las multifactoriales pues está claro que el que entrase en la investigación genética solamente estaría equivocado, porque además muchas de estas enfermedades no sólo están causadas por estos factores como la exposición al sol, fumar etc sino que están causadas por condiciones socioeconómicas.

—¿Por ejemplo?

—El núcleo más importante de enfermedades están producidos por agentes patógenos, como puede ser la malaria, pero también por las condiciones de salubridad, por ejemplo el porcentaje de enfermedades relacionados con la falta de salubridad del agua es enorme, produce desde enfermedades infecciosas a decenas de problemas. Y luego hay muchas enfermedades que son transmitidas de madres a hijos pero no genéticamente sino por las condiciones de salubridad, por malas condiciones durante el embarazo, la malnutrición que es una parte muy importante de todo este gigantesco problema, por eso en mi opinión las cantidades que se dedican a la investigación genética son desproporcionadas.

—¿Qué supondría un cambio?

—¿Qué supondría lo otro? Supondría hacer acciones políticas, cambios sociopolíticos, y eso es mucho más complicado que investigar y desde luego a las compañías y a la industria biotecnológica no le interesa.

—¿Somos una sociedad medicalizada?

—Absolutamente, una sociedad medicalizada, bastante medicalizada. Y es una medicalización que despersonaliza y que lo que es peor, produce mucha insatisfacción en las personas porque hace que sea diferente el sentirse bien del estar bien. Al estar medicalizados y con este hincapié que se hace en que “tu puedes tener predisposición a tener ciertos cánceres o a ciertas enfermedades” hacemos que personas que no tienen síntoma alguno se preocupen, se hagan revisiones, estén tomando una serie de fármacos seguramente innecesarios, porque ya son pre pacientes, no pacientes, pero si se preocupan por estas cuestiones. Ya no es sentirse uno mismo bien (al no tener síntomas, al estar bien) sino que puede “que tu te sientas bien pero que no estés por dentro bien” (risas).