El granizo y la tormenta, aliados con el fuerte viento, fueron los dos principales enemigos ayer de los pontevedreses tras un temporal que, si bien no dejó daños de excesiva gravedad, sí provocó un rosario de incidencias que supusieron un quebradero de cabeza para muchos ciudadanos.

Los problemas en el tráfico estuvieron derivados principalmente de las importantes granizadas que caían esporádicamente sobre la comarca. Durante toda la mañana fueron habituales las llamadas al servicio del 112 reportando siniestros de tráfico a causa del pedrisco. Es el caso de un microbús que se salió de la calzada en A Lama poco antes de las ocho de la mañana. Afortunadamente circulaba sin pasajeros en el momento del accidente. También se tiene constancia de accidentes a causa de las fuertes granizadas en la AP-9 a la altura de Barro, sobre las 10.30 horas; y en la salida de sur de Pontevedra a las 14.11 horas. Un particular también alertó de un siniestro en Campolameiro por una salida de vía al colisionar un vehículo contra un árbol en O Cádavo.

En Pontevedra el granizo arreció entre la una y las dos de la tarde. Los intensos aguaceros provocaron pequeñas bolsas de agua y obligaron a los bomberos a intervenir para solventar dos pequeñas inundaciones en las calles Padre Fernando Olmedo y Campolongo. Los incidentes coincidieron con el punto álgido de la marea, sobre las tres de la tarde.

El granizo vino acompañado de una fuerte tormenta con aparato eléctrico. Según se podía comprobar en la página de Meteogalicia, cerca de un centenar de rayos cayeron a lo largo de la mañana sobre la comarca de Pontevedra y Umia. La mayor parte sobre una línea imaginaria entre el municipio pontevedrés y el de Cotobade en donde se registraron unos 60 impactos, la mayoría entre las doce del mediodía y las dos de la tarde.

Uno de estos rayos, según distintos testigos, cayó sobre un poste del tendido telefónico en Campañó, cerca de A Caeira, apenas a unos metros de una nave avícola. Miguel Lago, presidente del CCU Zona Monumental y responsable de la instalación, explicaba ayer que la descarga había provocado importantes daños de tal forma que la tapa de los cuadros de la luz había salido “volando a unos cinco metros de distancia”. La empresa seguía a última hora de ayer sin poder contar con teléfono y fax y parece que la avería era de tal magnitud que su reparación iba para largo. El rayo también dejó sin luz a esta empresa durante buena parte de la mañana aunque a primera hora de la tarde ya había recuperado el servicio. Al parecer, la descarga también había dejado sin luz ni teléfono a los vecinos de la parroquia de Campañó.

En la capital también era imposible sintonizar muchos de los canales de televisión a causa de la tormenta. El rayo que el día anterior ya había causado daños en el centro quemó algunos terminales de telefonía que quedaron inservibles.

Riesgo de derrumbe

El fuerte viento y las lluvias también provocaron que la Policía Local tuviera que acordonar una casa en Campo do Boi de la que se desprendían cascotes. El inmueble presenta riesgo de derrumbe.

Alcantarillas desbordadas y otras pequeñas incidencias completaban la larga lista de intervenciones que afortunadamente se zanjaron sin daños personales.

La estación meteorológica de Lourizán recogió ayer una importante cantidad de agua ya que las precipitaciones alcanzaron los 40 litros por metro cuadrado, aunque el dato era calificado como sospechoso, según la web de Meteogalicia.