La Casa de Cultura de Riomaior se quedó pequeña anoche para la reunión convocada por el alcalde de Vilaboa, José Luis Poceiro, y a la que estaban llamados los vecinos afectados por la reforma de la N-554. Estos plantearon al regidor que traslade al Ministerio de Fomento soluciones inmediatas ante la inminente conclusión de las obras.

La remodelación del vial que une la N-550 con el puente de Rande, de 10 kilómetros de longitud, tendría que estar finalizada antes del mes de octubre. Por ello, debido a que sólo restan unas semanas para que venza el plazo, los afectados pretenden que se arreglen todos los desperfectos y se subsanen las deficiencias originadas por la obra antes de que la maquinaria y los operarios se vayan.

Los vecinos sopesaban anoche emprender acciones legales para detener esos trabajos en el caso de que las respuestas ofrecidas por el edil no tuviesen visos de convertirse en realidad. Así, advirtieron a Poceiro que tomarían esa decisión hoy mismo si no obtenían respuestas claras a sus demandas.

Además de las exigencias particulares de cada afectados, una de las principales que se reclama al unísono es la de que se afronte lo más rápido posible un cambio en las señales. Y es que tal y como ha quedado la reforma una línea continua no permite girar a la izquierda para llegar al colegio de Riomaior, lo que según vaticinan los vecinos causará problemas de tráfico en las horas de entrada y salida en el centro.

Por otro lado, antes de que empezase el encuentro en la Casa de Cultura de Riomaior, el mandatario municipal hizo un recorrido por la obra con los responsables de ésta. En el encuentro con los vecinos, que comenzó a las 21.00 horas, también estuvieron presentes los representantes de los grupos municipales del BNG y el Partido Popular.