Pepa Carballal y Javier Torrado (ambos profesores de Matemáticas), el propio Andrés Vilán (Inglés), el orientador Antonio González, Alfonso Pumares (Pedagogía Terapéutica), Manuel Guede (catedrático de Griego), Ángeles Arce (Francés) y Mercedes Iglesias (Historia) son nombres que aún resuenan en la memoria de los treintañeros y cuarentones que tenían que hincar los codos, unos más y otros no tanto, para recordar las enseñanzas de estos ocho profesores. Las nuevas generaciones de alumnos ya no contarán con la experiencia de este grupo, que esta semana inician una nueva etapa, la de jubilado, después de una vida entre estudiantes.

La ceremonia de ayer, dedicada a Andrés Vilán, fue muy emotiva en el emblemático centro pontevedrés, que cumple ya los 83 años de actividad, 36 de ellos con Vilán en sus filas. Tenía el objetivo de "reconocer su labor directiva a lo largo de tantos años en este instituto", pero sirvió sobre todo para viejos reencuentros, volver a ver a los amigos y recordar viejos tiempos. Entre los asistentes, y cumpliendo esa premisa de los reencuentros, estaba Xosé Luis Méndez Ferrín, actual presidente de la real academia Galega y ex compañero de Vilán Pérez en el instituto Santa Irene de Vigo. También asistieron a la ceremonia, celebrada en el paraninfo del centro, cargos de Educación, como el director xeral de Centros e Recursos Humanos, José Manuel Pinal Rodríguez.

El protagonista recordó algunas de sus "peripecias" como profesor y director, pero sobre todo se queda con una cosa: "Lo mejor de estos 36 años han sido los alumnos".

Pero mientras las veteranas generaciones se despiden, las nuevas comienzan a buscar su sitio. Es el caso de Cristina Rodríguez González, una pequeña de 11 años, alumnos del colegio San Martiño de Salcedo, que ayer recogió su premio como ganadora del concurso de redacción convocado por la Agencia Tributaria en la delegación de Pontevedra. La delegada provincial, Carmen Paula Pintos Vidal entregó el galardón de una edición en la que los participantes tenían que escribir una carta a un supuesto defraudador o bien redactar una carta como presidente del gobierno de un país imaginario decidiendo el destino de los impuestos.