Vecinos y la comunidad de montes de Salcedo continúan denunciando lo que consideran "atropelos no monte" por parte de la Brilat. Fernando Pintos, presidente de los comuneros, indicaba ayer que en los últimos días han interpuesto dos denuncias ante la Consellería de Medio Ambiente para denunciar la cercanía de los campos de tiro y de maniobras de los militares con los núcleos de población.

Pintos aseguró que recientemente los vecinos se han sobresaltado debido a las fuertes explosiones que se producen en el monte debido a la actividad de los soldados. Asegura que las detonaciones son tan estruendosas que "chegan a escoitarse na Avenida de Vigo e teñen aos veciños aterrorizados e atormentados".

Pintos insiste en que la legislación no permite que un campo de tiro o de entrenamiento militar esté tan próximo a un núcleo de población por lo que pide a las autoridades que no permitan este tipo de detonaciones tan fuertes.

No es la única denuncia que presentaron los vecinos de Salcedo contra la actividad de los militares en el monte. El presidente de la comunidad de montes asegura que el día 17 presentaron otra reclamación ante Patrimonio al considerar que los militares están ejecutando unas obras dentro del perímetro de protección de un conjunto rupestre calificado como Bien de Interés Cultural (BIC), uno de los 19 existentes en el concello de Pontevedra en una lista que integran otros monumentos tan emblemáticos para la ciudad como la Peregrina o la basílica de Santa María.

Se trata de los petroglifos de Rego dos Buratos. Pintos afirma que ya se construyó una carretera que dañó parte de este conjunto arqueológico que tuvo que ser restaurado tiempo después. Ahora, denuncian que los militares están llevando a cabo excavaciones a unos 50 metros de los petroglifos cuando el BIC cuenta con un perímetro de protección de 200 metros.

A todo esto hay que sumar, dice el presidente de la Comunidad de Montes, el temor a que las excavaciones puedan dañar algunas de las traídas de agua que abastecen a los núcleos de población de Salcedo.

Los vecinos aseguran que no es la primera ocasión en la que las obras de la Brilat dañan un conjunto arqueológico. Los vecinos realizaron estas declaraciones mientras pagaban una multa impuesta al propio Fernando Pintos como consecuencia de una concentración no autorizada para examinar las obras que realizaban la Brilat en la conocida como "aldea afgana" el 3 de diciembre de 2008. Con este acto querían denunciar la destrucción de la mámoa de Louredo. Pintos aseguró que más tarde "a Xunta recoñeceu que a mámoa foi destruida" por lo que no entiende estas sanciones a persona "por tentar defender o noso patrimonio". Aseguran que se trata de multas que "intentan amedrentarnos" para acabar con sus movilizaciones.