Rachas de viento de hasta 85 kilómetros por hora (registradas en la estación de Castrove) y las intensas lluvias de la última jornada dejaron tras de sí en la ciudad una estela de inundaciones en garajes y trasteros, anegamientos en calles como Buenos Aires o Fernández Ladreda, uralitas y árboles arrancados, además del desbordamiento de los ríos Os Gafos y Rons. No fueron los únicos que se salieron de sus cauces, lo mismo ocurrió por ejemplo con los ríos Follente y Gallo en la comarca de Umia y con el Cabanelas en Cotobade.

El desbordamiento del río Os Gafos, en su tramo urbano, provocó la inundación de la senda fluvial y su zona de esparcimiento, llegando las aguas a cubrir los bancos y las pasarelas peatonales que jalonan el paseo desde Ponte Boleira hasta la estación del tren. Igualmente se salió del cauce en su tramo rural, desde O Marco hacia Tomeza.

Otra zona de recreo de la ciudad, A Xunqueira de Alba, también quedó anegada así como varios puntos en las márgenes del Rons.

MeteoGalicia pudo constatar que Pontevedra soportó unas precipitaciones de 40,4 litros por metro cuadrado. Un valor algo inferior en el registro de la estación de Lourizán, 38 litros, y muy superior en el de O Castrove en donde se controlaron hasta 63 litros por metro cuadrado.

Esta disparidad entre las estaciones locales se produce también en el control del viento pues mientras que en Lourizán se registraron rachas de 50 ó 51 kilómetros por hora, en O Castrove llegaron hasta 85 kilómetros.

En lo que si coinciden los registros de ambas estaciones de MeteoGalica es en que las lluvias más intensas y los vientos más fuertes se registraron en las primeras horas de la madrugada y entre las diez de la mañana y la una del mediodía.

Precisamente a última hora de la mañana, con apenas quince minutos de juego, el árbitro suspendió el partido del equipo juvenil del Pontevedra CF ya que las lluvias convirtieron en impracticable el campo de fútbol de A Xunqueira.

Múltiples intervenciones

Fue una jornada con numerosas intervenciones de los bomberos y la Policía Local. A ellos recurrieron los vecinos para alertar de "saltos" de tapas de alcantarilla en calles como Fernández Ladreda, Buenos Aires O José Malvar y pedir ayuda por inundaciones en garajes y trasteros en inmuebles de las calles Echegaray o Fernández Ladreda o en el interior de viviendas como en un piso de Pintor Laxeiro.

También los llamaron porque el viento había arrancado varias uralitas en las calles Castelao y Manuel del Palacio y tirado las vallas de protección de las obras del AVE en el puente de Loureiro Crespo.

El reguero de daños fue interminable e incluye también el destrozo y caída de un árbol en Campolongo y de un poste eléctrico en Campañó, así como el derrumbe de un muro en Lourizán que interrumpió el camino de O Regueiro.