Una plataforma logística exclusiva para las actividades portuarias, conectada adecuadamente con el recinto de Marín y disponible ya dentro de un año. Ésta es la base de una propuesta que realiza el Concello de Pontevedra tras conocerse la sentencia que obliga al derribo de uno de los últimos rellenos cometidos. La idea, sin ubicación concreta y que explicó ayer el concejal de Ordenación do Territorio, César Mosquera, estaría encaminada a evitar las cuantiosas indemnizaciones a las empresas que están ubicadas sobre la zona ilegal. Pero también permitiría habilitar nuevos espacios para evitar más rellenos y así dejar la zona próxima al mar para "actividades estrictamente portuarias".

El gobierno local aboga así por la puesta en marcha de lo que se denomina puerto seco y lo hace teniendo en cuenta la existencia de un fallo firme del Tribunal Supremo que obliga a reponer el Puerto al estado precedente a las ampliaciones. Si bien Mosquera calificó esta sentencia como "amenaza" y reconoció que habría alguna posibilidad de que no se llevase a cabo, defendió la creación de esa infraestructura para eludir más afecciones en la ría. Por ello habló de "contactos" inminentes con la Xunta y el Puerto para trasladar una iniciativa cuya principal laguna es la falta de una ubicación concreta.

"Iso sería algo no que a comunidade portuaria tería moito que dicir, porque hai expertos que din que non importa que estean lonxe e outros prefiren os portos secos máis cercanos ao mar", dijo. En cualquier caso, aseguró que "hai espazo dispoñible, tanto se fose en Marín como en Pontevedra, onde se podería facer en varios lugares sen afectar a casas nin zonas poboadas". Donde fuere, el concejal anima a las administraciones de las que dependería el proyecto para "remar todos nunha mesma dirección". De este modo se podría parar lo que considera un planteamiento erróneo, ya que "o porto non debe ser un polígono industrial indiscriminado".

El deseo que anhelan desde el Ayuntamiento es que, mediante un plan sectorial para acortar plazos en su materialización, la Xunta de Galicia y el Puerto optasen por el desarrollo del puerto seco, independientemente de que se ejecute o no el mandato judicial. No obstante, en el caso de que sí se eliminasen los rellenos afectados por esta sentencia, Mosquera asegura que sería "máis económico" pagar el suelo y el traslado de las empresas afectadas por ese derribo al puerto seco que indemnizarlas por el cierre.

"Esta é unha solución de presente e de futuro, unha demanda que se fixo sempre, unha proposta que está enriba da mesa dende hai anos e agora hai que adiantarse ás consecuencias de executar a sentenza", defiende Mosquera. La elección de su colocación, algo que considera secundario y que se dejaría en manos de profesionales, no obstante, sería una de las primeras decisiones que habría que tomar para que se pudiese cumplir el plazo "realista" en el que poner en marcha, al menos de un modo que permitiese la reubicación de las fábricas perjudicadas por el derribo.

Mosquera cree que si se inicia ahora un plan sectorial, dentro de un año podría estar disponible en parte la infraestructura, aunque la urbanización completa y su conclusión tendrían que esperar algo más. "A un ritmo normal, con exposición pública incluida, pódese facer no plazo dun ano en vez de seguir facendo recheos e máis recheos", estima Mosquera.

Asimismo, reconoció la posibilidad de que alguno de los polígonos que actualmente se encuentran a punto de terminar en la comarca, los de A Reigosa y Barro-Meis, podrían convertirse hacer la función de puerto seco, con lo que se eludiría el inicio de un nuevo desarrollo. De todos modos, volvió a remitir a los futuros usuarios del ideado espacio para definir las características concretas de ese polígono, así como las preferencias de emplazamiento y comunicaciones, anunciando ya que el Concello de Pontevedra rehuiría polémicas sobre el lugar concreto donde se podría construir.