La Fiscalía considera que un hombre de 44 años se hizo pasar en diciembre de 2014 por el hijo de la propietaria de una finca de Maceda -en realidad era de una sobrina de su madre- para vender los árboles como leña. Presuntamente, pidió y obtuvo una autorización de tala a nombre de su madre y se la entregó al maderero, que entre el 4 y 5 de diciembre taló por el pie un total de 51 robles y se encargó de transportar la madera. Pagó al acusado 600 euros.

El valor de la mercancía cortada alcanza los 1.992 euros. Los daños y perjuicios fueron cifrados en 12.467 euros por la destrucción del muro perimetral, la pérdida de aprovechamiento futuro de las ramas para leña, así como el desbroce de la finca y los gastos de retirada de los ejemplares talados.

La Fiscalía plantea a la magistrada del Penal dos posibles alternativas de delito. Si considera que el acusado cometió una estafa, el ministerio público solicita una condena de dos años de prisión. En el supuesto de que califique los hechos como un hurto, pide 12 meses.

Si finalmente termina condenado en firme, el hombre tendrá que indemnizar a la propietaria de la parcela con un total de 14.460,07 euros -más los intereses legales-, en concepto de la madera presuntamente sustraída y los daños ocasionados a la dueña por la tala.

La vista iba a celebrarse ayer en el juzgado de lo Penal, pero quedó suspendida hasta nueva fecha por la huelga de los funcionarios de justicia. En toda la provincia se aplazaron este jueves 90 juicios y 16 declaraciones, según los sindicatos.