El agua del Miño puede alcanzar en invierno temperaturas por debajo de los 10 grados y en especial este fin de semana, en el que la nieve y el frío dificultaron la circulación por algunas carreteras. Pero cuatro cristianos miembros de la Iglesia Evangélica de Cristo la Respuesta Ourense hicieron buena la frase de "la fe mueve montañas" y sin temor a constiparse, vivieron este domingo su ceremonia de bautismo.

Pero que nadie se imagine una pila baustimal de agua caliente en el interior de un edificio religioso. El bautismo se llevó a cabo en las aguas de Miño e incluyó además las dos parejas, una joven y otra ya de avanzada edad realizaron su bautismo con inmersión completa de todo el cuerpo en el cauce fluvial.

Un rito del que salieron entre aplausos de familiares, amigos y otros "hermanos", como ellos definen a los nuevos miembros que abrazan la confesión de esta Iglesia Evangélica de Cristo la Respuesta, que tiene sedes en otros puntos de la provincia.

Realizaron este rito vestidos de blanco inmaculado, "pero tuvimos que hacerlo en un lugar próximo a las Termas do Muiño y no dentro y con agua caliente, porque está prohibido bañarse vestido", explica Enoc de Lorenzo, pastor de esta iglesia en la ciudad.

En la orilla, un grupo de personas jaleaba a los nuevos bautizados con cánticos como pueden verse en los vídeos que ellos mismos colgaron en su página de internet. Esta Iglesia Evangélica "está integrada por cristianos, algunas personas piensan que no lo somos, pero seguimos un concepto muy personal, por el cual el problema que tiene un hermano, es el de todos, y nos ayudamos; es una prioridad ser solidario en todo momento con el que necesita y colaborar en la evangelización con nuestra iglesia".

En la orilla, a los valientes nuevos hermanos que salían con las túnicas caladas de agua, un despropósito teniendo en cuenta la proximidad de las termas, les esperaban bebidas calientes ropa seca "y muchos familiares y amigos que son católicos pero que nos acompañan y respetan", explica Enoc de Lorenzo.

Este argentino gallego, pues lleva la mayor parte de su vida, más de 27 años, residiendo en Ourense explica que "en estos momentos tenemos en torno a 90 personas que pertenecen ya a la sede de Pardo Bazán, indica el pastor de esta iglesia cuya fe reta al frío. "Los nuevos hermanos no querían esperar más y hubo que bautizarlos", explica Enoc.