Dejó la dirección de la UNED el día 31 de diciembre de 2017. Había planteado la conveniencia de que le hicieran el relevo, en la junta directiva que se celebró el 29 de noviembre del año pasado, tras permanecer en el cargo 24 años y estar prevista su jubilación en el mes de julio de 2019, con 70 años de edad.
-¿La UNED ha rebajado la media de edad de los alumnos?
-La mayor parte de las personas que vinieron a estudiar a la UNED ya han terminado la carrera. Ahora vienen muchos chicos jóvenes, porque no se quieren ir de Ourense o porque no disponen de los recursos económicos para poder desplazarse, y estudian aquí algunas de las carreras que no hay en el campus universitario. Constituye un buen complemento del campus universitario. La carrera que tiene mayor demanda es Psicología, seguidas por Ciencias Políticas, Historia del Arte, Ciencias Jurídicas y de la Administración. Cada vez hay más chicos jóvenes estudiando carreras en la UNED que no oferta el campus de Ourense, como es el caso de las ingenierías. El campus de Ourense casi no tiene ingenierías. Por lo tanto, vienen a la UNED para hacer Ingeniería Industrial, Mecánica e Informática. Esta última sí la hay en el campus de Ourense.
-¿Esto es como una bocanada de aire fresco?
-Sí, la sociedad va cambiando, y el centro de la UNED se tiene que adaptar a las necesidades de cada época. Al principio, hace un cuarto de siglo, la media de edad era muy elevada, en torno a 45 o 50 años; ahora estamos cerca de los 30. Sigue habiendo jubilados que están haciendo una carrera, pero también hay mucha gente joven que está trabajando y haciendo la carrera al mismo tiempo.
-¿Cuántos licenciados salen cada año del campus de Ourense?
-Ese dato no lo tenemos, pero pueden salir de 70 a 80 licenciados.
-¿Cuáles son los centros que dependen de Ourense?
-En estos momentos solo depende de Ourense el centro de la UNED de A Rúa, con unos cien alumnos, en el que se imparte el curso de acceso para mayores de 25 años, Ciencias Sociales, Educación Social, Psicología, Pedagogía y Derecho. Hace años, también dependía del centro asociado de Ourense el de Monforte de Lemos, con unos 120 alumnos. El alcalde estaba muy interesado por poner la UNED en Monforte. Habló conmigo, consiguió las subvenciones necesarias, y la pusimos a funcionar. Pero luego se creó en centro asociado de Lugo, del que pasó a depender, por encontrarse en otra provincia.
-La UNED llegó a tener 1.700 alumnos matriculados en Ourense, momento en que intentó realizar un cambio de sede.
-Aquella lucha se perdió. Preparamos un proyecto muy bonito, de forma conjunta con Alejandro Rubín, para que se desarrollara con fondos europeos, en la zona de aparcamientos de Expourense. Allí se iba hacer un edificio compartido, para Expourense y la UNED, pero tuvimos la mala suerte de que el Ministerio de Economía no aprobó el proyecto y no pudo ir a Bruselas. Por lo tanto, aquello se quedó en agua de borrajas.
-¿Es suficiente el espacio que mantienen en los bajos de las Torres do Pino?
-Sí, es suficiente porque cada vez se están utilizando más las nuevas tecnologías, con lo cual los alumnos no necesitan venir a clases. Desde su casa, con el ordenador, a través de la conferencia online y la videoconferencia, pueden estar en contacto con sus profesores. Las nuevas tecnologías son muy importantes para la UNED. Cuando los alumnos necesitan una tutoría presencial, van al centro, pero sino trabajan desde su casa o desde el despacho. Ahora contamos con unos 1.400 alumnos.
-¿La caída demográfica es determinante?
-Claro, la población de Ourense no da para más.
