"Al marcharse me dijo: Neniña, lo siento, no es por ti, es que necesito el dinero", declara la víctima de un atraco con pistola y machete cometido en Ourense el 1 de agosto de 2017. La testigo, exmilitar, considera que el arma era real. El sospechoso, Gregorio A. A. P., de 45 años, está desde entonces en prisión preventiva y ayer fue juzgado en el Penal 1. El atracador del comercio de ropa iba con pasamontañas pero la dependiente lo asoció por la voz "grave y afónica" con un cliente que, meses antes, le llamó la atención porque llevaba muletas y corsé. El encausado, que niega implicación con el delito y afirma que la última vez que estuvo en la tienda fue en enero de 2015, sufrió un grave siniestro de tráfico en noviembre de 2016 -se estrelló contra un taller tras una huida temeraria de la Policía, y el coche empezó a arder- que sería compatible con esas lesiones. Además tiene un tatuaje en el cuello que la testigo identificó ayer como el que vio en las cámaras de seguridad tras los hechos. El policía que visionó las imágenes asegura que el tatuaje fue el elemento "más significativo" para llegar al acusado, al que además reconoció en el vídeo por los ojos, la complexión y cómo se movía.

Gregorio, condenado a 3 años en 2011 por un robo con violencia, se declara inocente en este caso. En el derecho a la última palabra dijo a la magistrada: "He hecho muchas y las he pagado con creces. Pero esta no, sería injusto". Su abogada, Yolanda Ramos, pide la libre absolución y que, en caso de una condena, se tenga en cuenta que estaba bajo el síndrome de abstinencia o -al menos- su problema de adicción a las drogas. Gregorio ingería unos 20 o 25 euros de cocaína y heroína cada día, y sus ingresos se limitaban a una pensión no contributiva de 370 euros, aunque según él lo ayudaban su madre, su abuela y sus tías, por lo que no tenía que robar para consumir.

La fiscal, Pilar Manso, solicita una condena de 5 años de prisión por un delito de robo con intimidación en local abierto al público, con las agravantes de reincidencia y disfraz. Valiéndose de la versión exculpatoria, la representante del ministerio público dice que no cabe aplicar la atenuante de drogadicción "cuando él sostiene que con la paga no tenía necesidad de robar". La Fiscalía ve clave y concluyente el testimonio de la dependienta.

A las 12.15 horas del 1 de agosto de 2017, la trabajadora estaba sola en una tienda de la calle Doctor Fleming, de espaldas a la entrada, tras la salida de una clienta unos 5 minutos antes. El individuo entró con un pasamontañas pero ella llegó a verle los ojos, claros como los del encausado, corroboró. Lo reconoció por la voz. "Hacía meses que había venido como cliente. Estaba magullado, llevaba un corsé y unas muletas, por eso me fijé en él", declaró ayer la testigo.

La dependienta fue militar durante casi 3 años y su impresión es que la pistola del atracador -que no fue encontrada- era de fuego real. "Vi que era de verdad, como que pesaba". Tras intimidarla con el arma, el asaltante sacó un machete del pantalón. Era "grande, viejo, largo y oxidado". El hombre la conminó a que le diera el dinero, "o me pegaba un tiro". La chica sintió miedo e intentó salir pero él la agarró del brazo. Para evitar que bloqueara la caja, ella desbloqueó la registradora y el ladrón, a quien notó "muy nervioso" y con aspecto de toxicómano, accedió al dinero y se marchó con 80 euros.

La dependienta salió gritando a la calle para alertar y un testigo vio cómo el individuo se daba a la fuga por las galerías Proyflem. La Policía lo detuvo esa misma tarde en Covadonga. Según el agente de la UDEV que declaró ayer, Gregorio, quien es uno de los sospechosos habituales cuando ocurren atracos en Ourense, "colaboró totalmente".

La abogada sostiene que no hay datos para incriminarlo porque la testigo no pudo ver su rostro y su reconocimiento por la voz pierde validez porque "estaba nerviosa". Cuestiona que su cliente era el único en la rueda de reconocimiento con un tatuaje, y que esta característica tampoco basta para fundar una condena. Además niega que Gregorio necesitara atracar porque justo el día antes ingresó la paga. "Leva 6 meses preso por algo que non fixo, é moi inxusto", dijo la letrada. En su opinión, cayó "solo por reunir una serie de características pero en Ourense hay más drogodependientes".