El presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, CHMS, Francisco Marín, reunió ayer en el edificio Politécnico del campus de Ourense Ourense a la junta de gobierno y al Consejo del Agua de la Demarcación para analizar y valorar la situación hidrológica de la cuenca, actualmente en alerta por sequía.

También presentó a los miembros del órgano colegiado y a los representantes de los usuarios del agua el nuevo plan especial de actuación ante fenómenos extremos que, entre otras novedades, incorporará indicadores "más realistas" de la demarcación y distinguirá entre situación de alerta por sequía y por escasez, cuestiones que, en materia de gestión y aplicación de medidas, es importante matizar, precisó Marín: "En este momento estamos en alerta por sequía pero no hay escasez", indicó.

El documento se publicará en el BOE el 21 de diciembre y se someterá a un período de consulta de tres meses, por lo que entraría en vigor el 21 de marzo. Dicho plan, avanzó Marín, introduce novedades respecto al plan actual, aprobado en 2007, y afronta una nueva realidad en relación a los eventos meteorológicos.

Las mejoras de este plan, que todavía podría incorporar nuevas aportaciones en la fase de alegaciones, permitirán la anticipación y mejor gestión ante fenómenos extremos. El presidente de la CHMS señaló que esta actualización era necesaria, ya que el plan vigente se aprobó en 2007 y los indicadores usados en esta última década son similares en todo el territorio nacional. La nueva planificación "potenciará" el vigente sistema de indicadores y permitirá diferenciar "con claridad" las situaciones propias de sequías hidrológicas de las de escasez. Señala Marín que las sequías, en función de si son más o menos prolongadas, pueden afectar a la cantidad de agua embalsada o al circulante de los ríos, sin que necesariamente exista escasez en el abastecimiento. La situación de escasez, apunta, "se produciría si no podemos atender la demanda de abastecimiento para el consumo, regadío o uso industrial". Esto, añade, "implicaría otro tipo de medidas".

En este sentido, Francisco Marín recordó la obligación de los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes de disponer de su propio plan de emergencia ante situaciones de sequía, como establece el Plan Hidrológico Nacional, en consonancia con el plan de sequía de la demarcación.

En el caso de la Miño-Sil son Ourense, Lugo, Ponferrada y Ponteareas los concellos que deberían disponer de este recurso, sin embargo, ninguno de ellos lo ha aprobado a pesar de ser una obligación desde 2001. Marín indicó que este plan no existe en la actualidad porque "en Galicia llueve y a veces la inmediatez hace que no recalemos en lo importante; pero esto ahora es importante", señaló en referencia los últimos meses en los que apenas ha llovido, por lo que instó a los ayuntamientos a "ponerse las pilas cuanto antes". Este plan de emergencia es fundamental, señaló, porque el organismo de cuenta, ante situaciones de sequía, puede hacer recomendaciones "pero son los ayuntamientos por ley los que tienen que adoptar medidas para reducir el consumo". Indicó que en Castilla y León, donde la situación es extrema, algunos ayuntamientos ya están preparando dicho plan.

Por otro lado, el plan especial de sequía mejorará también las medidas a adoptar para luchar contra este fenómeno teniendo en cuenta la experiencia adquirida en estos diez años desde su entrada en vigor en 2007.

Asimismo, Marín informó de la ronda de contactos realizada por la CHMS durante el mes de octubre en la demarcación, con el objetivo de involucrar en el Pacto Nacional por el Agua a todos los agentes implicados en la gestión o el uso del agua, para dar respuesta a los principales retos. El presidente de la Hidrográfica mencionó encuentros con cooperativas agrarias, sindicatos del sector primario, organizaciones ecologistas y colegios profesionales, entre otros.