La Fundación San Rosendo, en la que permanece como presidente de honor Benigno Moure, recibió a principios de este mes el Premio Manuel Iglesias, concedido por la Academia Auriense-Mindoniense. Esta entidad resume el trabajo social que ha desarrollado Moure durante toda la vida, desde la apertura del centro "A Esperanza" en Ourense, con 180 plazas, hace medio siglo, a las más de ochenta residencias que tiene en la actualidad en las cuatro provincias gallegas, tres balnearios -Arnoia, Laias y Lobios-, que se encuentran entre los mejores y más modernos de Galicia, y varias casas rurales en Arnoia y A Ribeira Sacra.
-La evolución ha sido impresionante.
-A mediados del año que viene tendremos nueve residencias más, en la provincia de Pontevedra, donde cogemos algunas de la Diputación, en Lugo y en Ourense.
-¿Como ha surgido la idea?
-Al principio estábamos integrados en Cáritas, dependiente del Obispado de Ourense, pero surgió la necesidad de crear la fundación, porque necesitábamos independencia, al mover un presupuesto diez veces más grande que el de ambas instituciones.
-¿Cómo fue el proceso?
-Yo siempre estuve metido en ese tema, desde la Universidad, y luego la vida me lo puso en la mano. Pero no soy yo solamente, este es un trabajo de todo el equipo que se encuentra al frente de la fundación.
-Supo comprender esa necesidad.
-Yo soy un cura, soy cristiano y soy un hombre que atiendo mucho a las realidades y a las preocupaciones sociales, sobre todo desde el punto de vista de Ourense y del conjunto de Galicia.
-¿No le parece un poco extraño que la denominada capital termal de Galicia no cuente con un balneario? ¿Por qué no se deciden a ponerlo en marcha, desde la Fundación San Rosendo?
-Estamos esperando que el Concello de Ourense apruebe un Plan Especial para poder hacer un balneario de 120 plazas, en las riberas del Miño. Ya tenemos el terreno, el proyecto y la financiación necesaria. Hicimos pozos propios, que proporcionan agua suficiente para el balneario.
-¿Cuál es el volumen de inversión que están dispuestos a realizar?
-La construcción del balneario de Ourense tendrá un coste que oscila entre los 25 y 30 millones de euros.
-¿Por qué permanece atascado ese proyecto?
-Por la caída de las normas provisionales. Tienen que hacer un plan especial para que se pueda realizar.
-¿Cuenta con suficiente respaldo económico?
-Nosotros siempre hacemos las cosas con estudios, con base sólida y con respaldo económico.
-¿Tienen ayudas de la Xunta y de la Diputación?
-Bueno, bueno, ahí ya menos, pero confiamos en nuestros recursos. Hombre, siempre acudimos a donde podemos, pero no crea que son nada espléndidos con nosotros, a pesar de tener un presidente ourensano.
-Los bancos no le dan la espalda.
-No, al revés, nos vienen a ofrecer fondos, porque saben que somos una fundación solvente y con responsabilidad, por lo que nunca tiramos los pies fuera de la manta.
-Por lo tanto, lo único que falta es que el Concello de Ourense de luz verde al proyecto.
-Estamos esperando que se muevan esas cosas. Yo no entiendo para nada ni la política ni muchas cosas. Todos tienen miedo. No sé si es falta de responsabilidad o falta de querer hacer algo por Ourense.
-Mejor aprovechar mientras permanece usted ahí, porque cuando falte pueden cambiar los objetivos.
-No, el equipo que permanece al frente de la Fundación San Rosendo tiene plenas garantías. Son personas que estaban en Cáritas y trabajan conmigo desde hace más de 30 años.
-¿Cuánto tiempo tardarán en construir el primer balneario de Ourense, desde el momento que les den el visto bueno?
-Año y medio como mucho. Nosotros cuando sacamos las actuaciones, siempre le comunicamos a las empresas el tiempo en el que tienen que realizarlo y el presupuesto.
