Médico, abogado, peluquera, profesora, cocinera, bombero, veterinaria... Cuando los profesores preguntaron a los alumnos del CEIP Vistahermosa a qué les gustaría dedicarse en el futuro, salieron todo tipo de vocaciones convencionales pero muy pocas aspiraciones técnicas o científicas. Abrir el abanico y dejar que se cuelen los perfiles tecnológicos es uno de los retos que se ha fijado el centro a la hora de introducir la robótica en sus aulas.

El Vistahermosa es uno de los ocho centros de la provincia de Ourense que este curso han implantado el nuevo programa de innovación educativa lanzado por la Consellería de Educación para iniciar al alumnado, desde edades tempranas, en la experiencia de programación básica, robótica y construcción. La lista la completan los CEIP Irmáns Villar y Amadeo Rodríguez Barroso de la ciudad, el colegio de Vilar de Barrio, el Otero Novas de Cortegada, el Ben-Cho-Shey de Pereiro de Aguiar, el Carlos Casares de Xinzo de Limia y el Ramón Otero Pedrayo de O Barco de Valdeorras. A todos ellos han llegado ya los seis kits de robótica con los que los alumnos de 4º a 6º de Primaria trabajarán durante todo el curso las nociones básicas de la programación. La robótica, explica la docente coordinadora de la iniciativa en el CEIP Vistahermosa, Sali Álvarez Carnero, no se plantea como una asignatura en sí misma con una hora de docencia determinada, sino como una herramienta con la que conseguir objetivos que pueden ser muy diversos. Es decir, aclara, "o obxectivo non ten porque ser construir un robot, senón que se trata de ver que ese robot é unha máquina composta cunhas conexións eléctricas e un motor que poden ter utilidades noutras tarefas". Por ejemplo, en la clase de música, donde han empezado a aplicar el programa mBlock para componer, o en plástica, donde trabajan la creatividad con Scratch.

Precisamente, la justificación del proyecto que este colegio presentó a la Xunta para recibir el material fue trabajar con la robótica de forma transversal en todas las áreas educativas, aunque con mayor incidencia en ciencias, matemáticas, lingua galega y plástica. Sali Álvarez señala que los alumnos a estas edades están ya muy familiarizados con la tecnología, con la que tienen contacto desde muy pequeños a través de los videojuegos, internet y los smartphones, pero esto, matiza, "non significa que dominen a tecnoloxía". Su experiencia se reduce a interactuar con los dispositivos "pero non a crear e expresarse con ela". De ahí que su proyecto, en el que están implicados diez profesores del centro, tenga por objetivo conseguir que los alumnos conozcan la utilidad de los códigos informáticos y sean capaces de escribirlos y "falar coas máquinas e que estas os entendan".

El material llegó hace dos semanas y por ahora los alumnos están tomando contacto con los elementos y el manual. Pero ya tienen planes para el futuro: inventar el robot que estudie por ellos, sugiere el más avispado, sería un buen comienzo.