PSA no es el único grupo automovilístico que utiliza las conexiones directas de la terminal de Vigo para la exportación de vehículos fabricados en plantas ubicadas a mucha distancia. Su principal competidor, Renault, parece haber echado las mismas cuentas de la operación logística que le supone el transporte de vehículos desde las plantas de Palencia y Valladolid porque se ha convertido en el otro usuario de los barcos que parten cada mes de Bouzas hacia México y Chile.

Hasta hace poco, los volúmenes de la marca del rombo tenían como único destino Francia. Suardiaz cerró un contrato con esta marca en 2015, y desde entonces, la presencia de los modelos fabricados en Castilla ha ido creciendo en las bodegas de los buques de la autopista del mar hasta situarse en torno a los 10.000 anuales. Ahora la armadora trata de aumentar este tráfico, incluso hacia otros destinos, objetivo que perseguía con la reciente visita a Vigo que como reveló FARO le organizó a altos ejecutivos de la multinacional francesa.

Pero Renault ya exporta con Höegh Autoliners y CSAV su producción de Valladolid y Palencia. Al igual que el C3 Aircross de Zaragoza, los vehículos de los modelos Kadjar, Captur y Mégane deben afrontar un largo recorrido para llegar a Vigo, en este caso, superior a los 450 kilómetros. Mayoritariamente, el transporte utilizado para cubrir esta larga ruta es el ferroviario hasta Porriño, aunque suelen combinarlo con viajes en camión. Y parece que la también marca francesa se propone aumentar en los próximos meses los envíos desde Vigo.

En la actualidad, Renault embarca entre las dos líneas sudamericanas en torno a las 300 unidades por mes. Pero al menos Höegh ya negocia un contrato para el envío estable de esos coches "castellanos". Unas unidades que hasta ahora la marca enviaba hacia Latinoamérica desde Santander, aunque con parada de transbordo en Le Havre.